La sonrisa de oreja a oreja de Carlos Joaquín González, ayer, en el bistró Les Moustaches, respondía a la encuesta que el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) acababa de publicar con datos recogidos hace apenas 10 días.
¡Cinco puntos arriba! lucía ya el candidato del PRD-PAN a la gubernatura de Quintana Roo –viniendo de abajo– en el arranque de las campañas: 33% de las preferencias para Joaquín, frente a 27.5 del priista Mauricio Góngora, según publicó SDP noticias.
La felicidad del ex priista contrastaba, y fuerte, con la reacción del gobernador Roberto Borge Angulo, quien no tardó en reclamar a Liébano Sáenz y a Federico Berrueto (presidente y director general, respectivamente, del GCE) la encuesta en cuestión:
–¡Cómo se atreven…!¡Es un insulto!–, soltaba Borge descompuesto, olvidándose de la advertencia que recibió desde el centro del país: quedarse callado y no meterse en la contienda.
Porque esa fue la orden para el gobernador, por más que luciera la guayabera verde olivo –incluso frente al presidente Enrique Peña Nieto– para dar la impresión de estar en la lucha.
Pero el de Los Pinos le bajó los humos. Incluso, la última vez que Peña estuvo en Cancún –hace un mes, para la inauguración de la Terminal 3 del aeropuerto– apenas si permaneció unos minutos en aquella tierra y mejor se fue a dormir a Yucatán.
Y es que, si Borge está furioso y como león enjaulado porque no lo dejaron –ni le dejan– operar la sucesión en su estado, en el búnker de Insurgentes los priistas lo están más.
Comenzando por Manlio Fabio Beltrones, quien había apuntado a Quintana Roo entre los estados donde el PRI podría ganar fácilmente el próximo 5 de junio y, por el desaseo de Borge, terminó provocando la salida de Carlos Joaquín del PRI y poniendo en riesgo el triunfo tricolor, tal y como apunta la encuesta del GCE.
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Juegan con dinero y con el miedo.- Pero el PRI no está manco, valga subrayarlo.
Si bien Góngora hace campaña sin mencionar el nombre del gobernador y ninguno de los candidatos priistas permite que Borge se acerque, quien sí opera a todo lo que da es el ex gobernador Félix González Canto.
El ex mandatario está trabajando principalmente en Cozumel, comprando conciencias, ofreciendo lo mismo despensas que terrenos a cambio de votos, y amenazando, por el contrario, a quienes se acerquen a Carlos Joaquín, refiere el propio candidato del PAN-PRD.
También sigue operando desde Cancún –aunque ya no aparece formalmente como delegado del PRI– el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz (se habla de nueva cuenta de “turismo electoral”. Habría ya 10 mil yucatecos con credencial listos para votar).
Según Carlos Joaquín, la estrategia que el PRI está implementando en Quintana Roo es “provocar miedo”, “miedo al cambio”.
Y la manera de combatir eso, dice el ex priista, es generando confianza en la gente y que ésta vaya a votar. Ahí está su desafío.
La estructura del PRI en el estado es fuerte. Carlos Joaquín –quien va como candidato externo del PAN-PRD– apenas la está armando a nivel de ciudadanía. Pero confía en el apoyo que está recibiendo (tanto a nivel de la gente sin partido, como de los panistas, perredistas y hasta muchos priistas enojados con su partido).
–¿Y los empresarios? ¿Y los hoteleros?–, preguntamos
–Están temerosos del gobierno actual (de Borge), pero también están muy enojados con él porque se han visto invadidos y enfrentados por el propio gobierno (con sus cuates y con subsidios a sus amigos) en el terreno transportista, el naviero, hotelero, de la construcción, de la publicidad…
Y los hoteleros, igual. Con miedo, pero también muy molestos porque tienen muchas obras detenidas porque no pueden pagar el 20% que les pide el gobierno para poder construir.
En suma, si logran vencer el miedo, Joaquín y sus seguidores van a ganar. Por él no quedará: “No me voy a echar para atrás”, subraya.
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GEMAS: Anuncio aparecido ayer en el editorial de La Jornada Morelos: “Se despide La Jornada Morelos de su edición impresa”.