¡Los ojos que peló Miguel Ángel Osorio Chong cuando el Presidente de la República le indicó que tendría que pararse al menos dos veces al mes en Michoacán, fueron de antología!
Su expresión parecía decir: Pero a qué hora, señor Presidente.
Pues sí, ni modo, se le carga aún más la chamba al secretario de Gobernación. La instrucción presidencial frente a todo el gabinete, el comisionado de Seguridad, el gobierno y los sectores michoacanos, fue que él personalmente -sí, Osorio Chong- “de manera periódica y regular, al menos dos veces al mes, haga presencia en Michoacán”.
¿Qué ya habrá designado por cada secretaría un funcionario de alto nivel para acompañar al comisionado Alfredo Castillo en sus tareas? ¡No importa! Osorio deberá ir personalmente a revisar que se esté trabajando como debe de ser.
Y para que no haya dudas de que va en serio el Plan Michoacán con sus más de 250 acciones a emprender y los 45 mil millones de pesos a invertir, el propio Enrique Peña Nieto dijo que haría por lo menos 12 visitas a esa entidad este año.
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UN DISCURSO OFICIALISTA.- En un principio iban muy bien, cuidando las formas, dándole su lugar a cada quien. Desde el presídium mismo: a derecha e izquierda del Presidente de la República, el secretario de Gobernación y el gobernador del estado, Fausto Vallejo.
Luego, a uno y otro lado de ellos, los secretarios de la Defensa y de la Marina; después, en cada extremo, el comisionado de Seguridad y el procurador General de la República; y un espacio más adelante, el canciller José Antonio Meade y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
El orden de los oradores igualmente prudente: comenzó el presidente municipal de Morelia, Wilfrido Lázaro Medina; el comisionado para la Paz; el representante de la sociedad civil; el secretario de Gobernación, el gobernador y el Presidente de la República.
Ah, pero el llamado “representante de la sociedad civil”, el productor de mango Javier Sánchez Contreras, leyó un discurso que parecía haber sido escrito hace cuatro décadas en alguna vieja oficina de Bucareli.
Un texto oficialista, nada natural, sin entrar en verdad en la problemática por la que pasan hoy en día los productores de Michoacán en las distintas áreas; elogiando en cambio las reformas estructurales “sin precedente” que logró el gobierno de Peña Nieto, etc., etc. Deplorable.
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QUE NO VE AL LOBO… Versiones van y vienen a propósito de presiones por parte de poderes fácticos -particularmente en telecomunicaciones- a los legisladores en las Cámaras del Congreso.
El senador Barbosa desliza incluso que funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto e importantes empresarios de las comunicaciones (las televisoras) están “cerrando negociaciones” para acordar reglamentaciones (las iniciativas de las leyes secundarias en la materia) a su gusto o a modo.
En la Cámara de Diputados le preguntan a Manlio Fabio Beltrones sobre el tema. Se lo plantean en el sentido de que hay presiones de las televisoras privadas para una contrarreforma en las leyes secundarias.
El líder priista responde que lo ha leído y escuchado en algunos comentarios, pero que hasta ahora ningún diputado le ha confiado que haya recibido presión alguna por parte de algún medio de comunicación. Pero que estará atento por si acaso.
Aunque agregaría el sonorense: “Creo que estas versiones lo único que hacen es poner énfasis en temas inexistentes…”
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LOS REAPARECIDOS.- Raúl Cervantes hace sonar la campanilla. Declara formalmente instalado el segundo periodo de sesiones (del segundo año de la LXII legislatura del Senado) y asoman algunos rostros que se extrañaban:
El del coordinador de la bancada del PRD, Miguel Barbosa (de quien archi comentado ha sido su problema de salud).
Pero también de otras senadoras que la pasaron difícil a últimas fechas (con problemas de salud fuertes) y que ayer se reincorporaron a sus tareas legislativas: Itzel Ríos de la Mora (PRI), Martha Elena García Gómez (PAN) y Angélica de la Peña (PRD).
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GEMAS: Regalito del senador Miguel Barbosa, camino al pleno, en compañía de Emilio Gamboa (PRI) y Ernesto Cordero (PAN): “Todos son mis amigos, pero vengo acompañado de mis hermanos”.
