Teníamos enfrentito a Jesús Zambrano y la verdad es que el líder nacional del PRD no se veía nada cómodo con algunos de los comentarios -y de los aplausos- que obsequiaban los asistentes al lanzamiento del Movimiento Progresista, que encabeza Marcelo Ebrard.
Uno de esos momentos fue cuando Agustín Guerrero habló de su deseo de que el PRD tuviera una vida democrática “plena” y mencionó lo difícil que es hoy afiliarse al partido. ¡Que puedan afiliarse por internet y en mesas!, soltó. El aplauso reventó y Zambrano sólo se reacomodó en su silla.
Pero luego sí que hasta las mandíbulas apretó. Fue cuando Guerrero pidió que se recuperara la ética y declaró que hoy los estatutos del partido “son letra muerta”. Así, alegó, “no tenemos autoridad moral para reclamar algo al PRI o al PAN”. El aplauso explotó y Zambrano ni las manos movió.
Otro momento -y en éste sí que puso especial atención- fue cuando Mario Delgado respondió a quienes acusan (léase Jesús Ortega) a Ebrard de dividir al PRD con este movimiento: “Pocos pueden dar muestras de buscar la unidad, como Marcelo Ebrard. Lo hizo el año pasado, aun con posibilidades reales de ganar la presidencia de la República”, sostuvo el senador.
Zambrano respondería con un “no vayamos a caer en la tentación del maniqueísmo (en las discusiones a futuro), de los buenos somos nosotros y los malos son aquellos”.
Ebrard remataría así: No somos una facción más. No tendría sentido. Queremos tener voz y voto en el Congreso Nacional. Y queremos hacerlo respetando a los demás. En el PRD, a un pensamiento diferente, se responde con adjetivos y amenazas. Nosotros no lo vamos a hacer, vamos a respetar el pensamiento diferente. Con todos vamos a hablar. No somos anti nada. Queremos recuperar la cohesión, la capacidad de acción de todo el progresismo mexicano.
Y en cuanto a los cambios a la Constitución para la reforma energética, retaría: “¡Qué se convoque a un referéndum nacional!”
Zambrano saldría silencioso y pensativo del lugar.
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LOS QUE ASISTIERON Y LOS QUE NO.- Salón atiborrado, sin duda. Quizás unas 500 personas o más, en torno a la pasarela desde donde Ebrard -apuntando que en el mismo Hotel y a la misma hora tenían una reunión los compañeros de Nueva Izquierda, los Chuchos- les enviaría un saludo.
Pero algo más destacaría el ex jefe de gobierno a propósito de los presentes en ese lanzamiento de su Movimiento Progresista: “No nos habíamos reunido todas las expresiones del PRD desde antes de la elección presidencial”.
Y efectivamente, ahí estaban Jesús Zambrano -aunque su presencia se debía más bien al cargo que ostenta como presidente del PRD- por Nueva Izquierda (NI); Dolores Padierna, de Izquierda Democrática Nacional (IDN); Héctor Bautista, Alternativa Democrática Nacional (ADN); Hortencia Aragón, Foro Nuevo Sol; Armando Quintero, Unidad y Renovación (Unir); Carlos Sotelo, Movimiento Democracia Social (MDS); Martha Delia Gastélum, Izquierda Renovadora en Movimiento (IRM); Gilberto Enzástiga, Unidad Nacional de Izquierdas (UNI)).
Por lo que toca a gobernadores, ninguno presente, sólo representantes: Ricardo Ríos Garza, subsecretario de Asuntos Metropolitanos y Enlace Gubernamental del DF (en representación de Mancera), y por los gobernadores de Guerrero, Oaxaca y Tabasco, Sofío Ramírez, Alberto Esteva y Darwin González. (Nadie de Morelos).
Pasaron lista también los senadores Mario Delgado y Manuel Camacho Solís; el ex secretario de gobierno del DF, José Ángel Ávila; el ex dirigente del PRD en el DF, Agustín Guerrero; Enrique Vargas, actual secretario general del PRD-DF; Alejandro Sánchez Camacho, Ariadna Montiel, Aleida Alavéz, Vidal Llerenas, Adrián Michel, Benito Mirón, José Sánchez Juárez, Antonio Aguilar Reyes, Luz María Beristain.
Entre las figuras que no asistieron anotamos las de Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Martí Batres (como presidente de Morena), René Bejarano y Alejandro Encinas.
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