La Ciudad de México amaneció somnolienta, con pocas ganas de iniciar el día.
Vialidades semivacías, calles solitarias, parques desiertos, vecinos adormecidos resguardados en sus casas, vagabundos --tirados en bancas y banquetas- cubiertos hasta la cabeza.
Silenciosa, pues, la capital del país acogió el primer día del calendario que ahora marca una nueva fecha: 2017.
Brumosa también. O más bien, contaminada.
Poco faltó para que en un momento dado se decretara la primera contingencia del año (en algunos puntos, el índice de partículas superó los cien puntos a la salida del sol). Los pocos ciclistas que acudieron al paseo dominical por Reforma, lucían tapabocas y pocas, pocas ganas de pedalear.
El llamado de los tuiteros y feisbukeros a congregarse a las 10 de la mañana, en el Ángel de la Independencia, para protestar contra el alza en las gasolinas, tampoco tuvo energía suficiente para vencer el aletargamiento del primer día del año.
No fue sino hasta cerca de las 12 horas que alrededor de 300 personas –según datos de la Policía capitalina- lograron reunirse a un costado del monumento y avanzar hacia el zócalo coreando consignas contra el gobierno y de Enrique Peña Nieto.
“Político… tú qué sabes del gasolinazo si a ti te dan tu bono”, “Claro que había otra solución, bajar los salarios de los políticos”, rezaban algunas de las pancartas que mostraban los manifestantes.
(Fuerte es la indignación por el bono --los bonos- recibidos por los diputados a lo largo de los últimos meses, cuando los recortes al presupuesto y los aumentos en el costo de la vida cotidiana –desde los alimentos, hasta las gasolinas- arrebatan los pocos centavos que aún quedan en nuestros bolsillos).
Y no, ni quien celebrara la entrada en vigor del nuevo salario mínimo: 80.04 pesos diarios (antes era de 73.04).
Los siete pesos de aumento en el salario mínimo –el más alto de los últimos 17 años, como presume el gobierno-, eran contrastados con el “mega-gasolinazo” con que abrió el año.
La Magna subió 14 por ciento y hoy cuesta 15 pesos 99 centavos por cada litro. La Premium aumentó 20% y está en 17.79 litro. El diésel subió 16.5%, llegando a 17.05 pesos por litro.
Nada qué celebrar, pues.
Pero eran pocos, muy pocos los que hacían oír su voz en la calle.
La escasa protesta citadina se multiplicaría, en cambio, en las redes sociales a medida que transcurría el día. Por Facebook, Twitter y WhatsApp, se insistía en llevar a cabo una serie de movilizaciones, asambleas y acciones de resistencia civil, en los próximos días.
Anuncian, además, una primera movilización a nivel nacional el 8 de enero, a las 13:00 horas, y una segunda movilización nacional antes de que se aplique el segundo aumento (13 ó 14 de enero).
Falta ver si los llamados de protesta “prenden”; falta ver si, ahora que quedarán atrás las vacaciones y viene de vuelta la realidad, la gente sale a las calles a protestar.
O si la somnolencia persiste como en este 1° de enero del 2017.
GEMAS: Obsequio del Papa Francisco en su homilía de Año Nuevo: “La falta de contacto físico (y no virtual) va cauterizando nuestros corazones, haciéndolos perder la capacidad de la ternura y del asombro, de la piedad y de la compasión”.