De pronto nos enteramos que Andres Manuel López Obrador, que según sus detractores sigue siendo un peligro para México, estuvo en Roma para visitar al papa Francisco y entregarle una cartita, en donde llaman la atención dos cositas: Primero, una especie de reproche; segundo, una petición: que siga apoyando la causa de los pobres porque eso le beneficia a él, al tabasqueño, que no a Su Santidad.
En el cuasi reproche, López Obrador le dice: “Puede decirse que todos los Papas han sido cristianos y consecuentes pero, como se sabe, esto no ha sido cierto ni tendría que serlo necesariamente. A diferencia de Dios, somos seres humanos con errores y aciertos. Por ejemplo, hubo un Papa que se atrevió a bendecir y reconocer al dictador que ordenó asesinar al Presidente Francisco I Madero, nuestro apóstol de la democracia. Pero eso, desde luego, no es usted. De allí mi profunda admiración a su persona y a su liderazgo”.
¡Ah, chi…huahua! Primero le echa en cara un hecho que ocurrió hace más de 100 años, y luego le expresa su profunda admiración. ¡Pues de qué se trata, Andrés! Bueno, todo tiene una explicación: Andrés Manuel quiso “grillarse” al Papa.
En otra parte de su misiva le expresa lo siguiente: “Por lo mismo (admiración y liderazgo), celebro su decisión de visitar nuestro país el año próximo. Su presencia en estos tiempos aciagos, será de gran aliento para nuestro pueblo. Su mensaje espiritual ayudará a que no se pierda la fe en la justicia y a mantener encendida la llama de la esperanza. Por nuestra parte, le compartimos que continuamos trabajando para lograr una transformación que nos permita eliminar la corrupción política, que ha sido la causa principal de la desigualdad, de la pobreza y de la violencia que padecemos en México. Este cambio de régimen lo estamos impulsando por la vía pacífica y electoral, convenciendo, incluso, a los adinerados a no dar la espalda a los que sufren, bajo la premisa de que sólo siendo buenos podemos ser felices y de que por el bien de todos, primero los pobres”.
Nada más le faltó a López Obrador pedirle al papa Francisco que en su próxima visita a México haga campaña a su favor y les pida a sus fieles seguidores que voten por él. O sea, que le haga el milagrito.
Ay, Andrés.
AGENDA PREVIA
Quien raudo y veloz se puso a buscar mecanismos de cooperación en proyectos para su estado fue el gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis. A un mes de asumir el puesto, realizó un viaje a la capital de Estados Unidos para reunirse con funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo y del Departamento de Estado. En el BID estuvo con los responsables de los programas: Ciudades Sustentables, Energía Renovable, Agua, y Seguridad Ciudadana, con el propósito de establecer acuerdos que permitan acceder a programas que sean factibles de implementar en la entidad.
En el Departamento de Estado se reunió con el subsecretario para Narcotráfico y Cooperación para Procuración de Justicia, Luis Arriaga. Ahí, el gobernador Carlos Mendoza expuso una radiografía de la situación que prevalece en la entidad, con el objetivo de iniciar con una serie de encuentros tendientes a identificar áreas potenciales de cooperación, como el fortalecimiento institucional, así como capacitación local.
Un paso enorme en la transformación que vive Pemex se dio ayer con la puesta en marcha de la nueva empresa productiva subsidiaria, Pemex Logística, la cual manejará todas las terminales de almacenamiento y reparto en el país (conocidas como TARs), las terminales marítimas, los autotanques, el servicio de carga de ferrocarril de productos petrolíferos y petroquímicos, los barcos, así como el sistema de ductos de Pemex, incluyendo la red que distribuye gasolinas, diésel, crudo y gas. El Consejo de Administración de esta nueva empresa lo preside, como el de las otras empresas productivas subsidiarias, el propio director general de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya. Su objetivo claro es generar valor económico.