Unas horas antes de su asamblea en el Hemiciclo a Juárez, Andrés Manuel López Obrador celebraba el triunfo de Morena con sus dirigentes principales.

 

Y eran muchos los que estaban ahí presentes, en el Salón Luz, para festejar los resultados de la jornada electoral del 5 de junio. Tantos que, el propio tabasqueño bromeó al ver el lugar repleto: “Morena tiene futuro, ¿verdad?”.

 

Estaban todos los candidatos a las gubernaturas –el veracruzano Cuitláhuac García se llevó los aplausos– y a las diputaciones locales; los delegados estatales, distritales y municipales; la bancada de Tamaulipas y Veracruz en la Cámara de Diputados –Rocío Nahle fue a quien más reconoció AMLO–, los jefes delegacionales en la Ciudad de México, aquéllos que habrán de ocupar un lugar en la Asamblea Constituyente, como don Javier Quijano, Bernardo Bátiz y Jaime Cárdenas

 

La reunión a la que los convocó López Obrador era precisamente para festejarlos, honrarlos, agradecerles todo lo que hicieron.

 

“¡Se aplicaron a fondo! Se logró una unidad extraordinaria. Se llevó a la práctica la gran hermandad de Morena. Todos ayudaron y por eso obtuvimos buenos resultados. Influyó mucho que cerráramos filas”, diría el ex candidato presidencial.

 

Pondría sobre la mesa sus logros principales:

 

-La votación de Morena el año pasado, en los 14 estados que hubo elecciones, fue de un millón 800 mil; esta vez llegamos a dos millones y medio, esto es 700 mil votos más.

 

-En ningún estado –a pesar de la polarización– perdimos el registro.

 

-Salimos con la moral en alto. Demostramos con hechos que Morena es un partido que no hace trampas, que no le entra a la guerra sucia. Se afianzó el lema: “No mentir, no robar, no traicionar al pueblo”.

 

“Enfrentamos a una mafia cada vez más descarada, cínica, sin escrúpulos de ninguna índole, ¡pero salimos adelante! Salimos de la refriega ilesos…”, remataría.

 

Al PRD no le alcanzó el acarreo.- “El domingo por la tarde tenía preocupación porque no había participación en la Ciudad de México y había acarreo del PRD. Y yo decía, ¡es el peor escenario!

 

“Pues miren, con poca participación ¡no les alcanzó con su acarreo y ganamos! Y eso que nuestros delegados tenían, además, responsabilidad en alguno de los estados.

 

“De 16 delegaciones se ganaron 10, cinco que ya gobernamos y cinco más. ¡Le ganamos al PAN la Miguel Hidalgo. ¿Por qué? Porque no hubo voto corporativo del PAN”, contó López Obrador.

 

En suma, AMLO reconocería: “Estoy muy satisfecho con los resultados”.

 

Lo que sigue.- ¿Qué viene? Trabajar para las elecciones del próximo año (Nayarit, Coahuila, Estado de México y municipales en Veracruz) y luego la gran confrontación del 18.

 

¿Su fortaleza?, según AMLO: “Les ganamos a todos en autoridad moral, y eso es muy importante”.

 

Insistió en que el PRI y el PAN –como siempre lo hacen– se pondrían de acuerdo para el 18; y le recomendó a Miguel Osorio Chong no pelearse con él: “Al que se pelea con nosotros no le va bien… Vean a (Arturo) Núñez, por ejemplo… Que Chong mejor no se pelee con nosotros”.

 

Gemas: obsequio de Carlos Joaquín González (PRD-PAN), gobernador electo de Quintana Roo: “Como en ningún otro lugar del estado, el sufragio chetumaleño le cerró el paso a su opresor y lo echó del gobierno”.

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