Doble contra sencillo:
Viene otro pleito legislativo.
Y no me refiero a la lucha actual por ver quién ofrece más recursos para los damnificados y si son capaces de traducir esa competencia en reformas constitucionales y legales para desaparecer el financiamiento público.
Nada de eso.
La efervescencia puede quedar en llamaradas de buena voluntad para ganar adeptos o el rompimiento de normas por parte del INE de permitir acciones no contempladas en la ley.
Pocos recordarán el gesto, pero cuando Felipe Calderón llegó a la presidencia del PAN prometió rechazar las prerrogativas determinadas por el Cofipe.
No le importó ir contra los acuerdos políticos y parlamentarios alcanzados por sus antecesores Luis Héctor Álvarez, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Castillo Peraza con Carlos Salinas.
Consultó abogados -abogado él mismo y su esposa, Margarita Zavala- y llegaron a una conclusión:
-No podría regresarse el dinero al IFE, de José Woldenberg, porque era ilegal y, además, se corría el riesgo de abultar la ya adiposa estructura de ese organismo.
-¿Entonces qué hago? -preguntó Calderón.
-Regresa el cheque a la Tesorería de la Federación y ella determinará destinos sociales de ese dinero.
Y así lo hizo… una vez, pero ahora podría ser definitivamente.
LOS PASOS ERRADOS DE LA DEMAGOGIA
El dirigente priista Enrique Ochoa lleva delantera en el golpe mediático.
No paró en la simple promesa, y menos hizo asamblea en el PRI, como sí lo hizo Andrés Manuel López en su partido patrimonial para ratificar la promesa de destinar 25% de las prerrogativas.
Ochoa ha respondido a un clamor popular: cero dinero a partidos y fin a diputados (200) y senadores (64) plurinominales.
Esas cuotas partidarias donde se han enquistado camadas y camadas de dirigentes partidistas para hacer bulto en las cámaras, mantener su estructura y enriquecerse.
Evidentemente Ochoa actuó con autorización superior, y ya tiene el aval de los dos coordinadores parlamentarios priistas Emilio Gamboa, en el Senado, y César Camacho, en la Cámara de Diputados.
Esperaremos los frutos.
EL PRONÓSTICO: REELEGIRÁN A PORTAL
Ahora el tema es otro:
La pelea por el auditor superior de la Federación.
Deberá hacerse en diciembre otros ocho años de Juan Manuel Portal, a su vez sucesor de Arturo González de Aragón.
Desde hace meses está el debate entre fracciones y no hay consenso siquiera para fijar una ruta con el fin de hacer transparente el proceso de designación de quien revisará las cuentas federales, estatales y municipales los próximos ocho años.
Labor fundamental para combatir la corrupción.
Es distinto a 2009 cuando, con mayoría en San Lázaro, el coordinador priista Francisco Rojas operó un relevo terso con las demás fracciones y 90% del pleno votó por él.
Hoy el riesgo es uno: ya sabemos quién por el PAN va por el asalto de las instituciones y puede tomar el caso como rehén para ocultar sus escándalos de riqueza o para auparse en sus ambiciones presidenciales.
Allá priistas, perredistas, morenos y demás si se dejan.
En espera de sus ambiciones, aquí va un pronóstico:
No habrá consenso, y Portal será reelegido por ocho años más.
caem