Al ex presidente de México, Felipe Calderón (PAN), le da por cantar mal las rancheras: a modo de serenata, bajo el balcón y desde lejecitos, para que no se diga; buscando que sí se diga.
Además de que manipula la guerra interna del PAN en contra de su presidente, Gustavo Madero, para lo que armó de valor a sus huestes (Cordero-Lozano-Gil…) y así conseguir desestabilizar a su dirigencia; ahora resulta que desde España lanza dardos envenenados hacia México, a cuatro días de las elecciones del 7 de julio.
El miércoles 3, durante la segunda jornada de la X edición del Campus FAES, que preside otro ex presidente inolvidable, el señor José María Aznar, de España; el mexicano envió el mensaje de que su gobierno fue de tal grandeza que dejó a México rechinando de limpio en su economía y en su contenido social… y le da consejos al gobierno de España para salir de la crisis.
“Creo que el gran reto de México sigue siendo ser un país de leyes (…) un país con un Estado de Derecho…” [Él mismo tuvo seis años para hacer este un país de leyes en donde predominara el Estado de Derecho… ¿por qué no lo hizo?]
Y, naturalmente en su personalidad particular hizo un gran “elogio en boca propia” de su gestión como presidente en México, alegando que él, como presidente, “enfrentó con éxito la crisis económica del 2009 porque apostó por la productividad (como) el Programa Oportunidades, los programas de empleos temporales, la reforma de las pensiones, los avances en infraestructuras y la inversión en educación”. [Esto hace que el país de Calderón sea ejemplo a seguir por España].
“Las claves estuvieron no sólo en enfrentar con fuerza y firmeza la crisis, expandiendo y luego contrayendo (sic), aportando competitividad (y que defendió las medidas de ajuste con) el cierre de la eléctrica Luz y Fuerza del Centro, cuyo funcionamiento era una cosa caótica y brutal (…) Ningún presidente había podido con la encomienda de cerrarla, y se hizo, a un costo muy alto, y un ahorro sustancial de finanzas públicas: ahora se habla de México como un gran país”, dijo.
O sea, que la herencia política, económica, financiera y social del PAN hacen que el gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI) disfrute de una estabilidad “insospechada”. [¿No tiene esto un sentido electoral?]
Naturalmente no le dijo a los incautos muchachos provenientes de diferentes países, que acudieron al evento Una nueva relación atlántica, que durante su gobierno el número de pobres aumentó de forma desproporcionada (52 millones; 14 millones de éstos en miseria), que la educación en México está en niveles de inframundo, que los movimientos sociales se contrajeron, que se enriqueció a unos cuantos y muchos otros viven de las remesas que llegan de los trabajadores marginados y expulsados hacia EU.
Tampoco dijo ese día que en seis años triplicó su patrimonio, que pasó de 7.4 millones de pesos al inicio de su sexenio a 17.8 millones de pesos, con un sueldo mensual de 147 mil 134 pesos y un bono de salida de 3 millones 716 mil pesitos, con lo que pudo comprar, por ejemplo, en 2007 un terreno de 9 mil 805 metros cuadrados con valor de 100 mil pesos, o sea 10.1 pesos el metro cuadrado y en 2008 otro de 12,477 metros cuadrados en 130 mil pesos, que es decir a 10.41 el metro cuadrado según su declaración patrimonial (v. El Universal 30 de junio 2013).
Tampoco dijo ahí que durante su gestión murieron más de 70 mil mexicanos sin que operara su “Estado de Derecho”.
En fin, que según el ex presidente Cruel, vivimos en el país de las maravillas, gracias a él y sólo a él, panista como es.
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“No me tientes, porque si nos tentamos, no nos podremos olvidar” (Mario Benedetti)