Todos tenían en Baja California sus propias encuestas de salida -PRI, PAN, PRD, PVEM, Panal-, sin importar si iban en coalición o no. Cada partido cruzaría números y echaría a andar su propia estrategia a partir de esos primeros números que aparecerían.

 

¡Y vaya sustazo que se llevaron los panistas y sus aliados (perredistas y panalistas) en esas primeras horas de la jornada electoral!, porque las llamadas exit polls mostraban a los priistas y a los del Partido Verde arriba por un amplio margen.

 

Manlio Fabio Beltrones mencionaría en aquellos momentos que los primeros cortes les daban márgenes superiores al 5%. Incluso se dio el lujo -ante la pregunta de si se llevarían “carro completo”- de soltar que lo que habría en Baja California era “¡un mejor carro!”

 

Los blanquiazules corroboraban aquellos dichos en sus propias encuestas de salida. Éstas los ponían ocho puntos abajo: ¡41puntos para PAN-PRD-Panal frente a 49 del PRI-PVEM era el reporte!

 

Y hasta ese momento (el mediodía) así pintaba la elección en Baja California, única entidad de las 14 en que habría comicios en que se disputaba una gubernatura. Esa que los panistas buscaban retener a como diera lugar, misma que los priistas ansiaban recuperar después de 24 años.

 

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¡LE DIERON LA VUELTA!- Pero a medida que pasaron las horas, que el sol caía a plomo en Tijuana, Mexicali, Rosarito y demás, las cosas fueron cambiando…

 

El reporte que recibirían los azul-turquesa a las dos y media de la tarde los ponía ¡dos puntos arriba! (de los priistas). Señalaban las cifras: 45.43 para PAN-PRD-Panal frente a 43.12 del PRI-PVEM. Pero como el margen de error de la encuesta era de dos puntos, aquello remitía a un empate técnico.

 

“¡Se puso cardiaca!”, nos diría al atardecer -un par de horas antes del cierre de las casillas- el presidente de Nueva Alianza, Luis Castro.

 

Del lado del PRI guardarían silencio sobre las nuevas cifras en esas horas. Su dirigente, César Camacho, aparecería luego para lamentar que los panistas pretendían “inhibir el voto” en varios distritos.

 

A las seis de la tarde, el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, apareció para “presumir”, según dijo, sus cifras. Y aunque no las dio (porque aún era ilegal), dejó la impresión de que iban adelante. Hecho que no le pareció ni tantito a Camacho y lo acusó de estar poniendo en riesgo la elección.

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PRD PIERDE CANCÚN.- Entre tanto, el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, viajaba hacia Baja California, luego de pasar por Veracruz y Quinta Roo en la mañana y declarar que el crimen organizado estaba operando a favor del PRI.

 

Sin duda, iba ya con la certeza de que perderían Cancún. Los reportes que recibían mostraban un amplio margen a favor de la coalición PRI, PVEM, Panal. En Oaxaca tampoco parecían tener tan buenas noticias como esperaban. Ni tampoco en Zacatecas.

 

Veracruz asomaba complicadísimo para todos los contendientes. Los números que mostraban unos y otros eran encontrados. Nada pues qué presumir desde la capital del país.

 

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¿SE JUDICIALIZA LA ELECCIÓN?- Y tal cual, a las ocho de la noche, tanto César Camacho, por el PRI, como Gustavo Madero, del lado del PAN, se declararon -sin dar números aún- como triunfadores de la elección en Baja California.

 

Los priistas dijeron que estaban “por arriba del margen de error” (léase tres puntos o más) y los panistas señalaron que estaban cinco puntos arriba. Declarados ambos candidatos triunfadores, no sería extraño que se cumpla uno de los grandes temores de los actores políticos: que se judicialice la elección.

 

(Por cierto, quien ganó sin mayor problema la alcaldía de Tijuana fue el candidato hankista del PRI, Jorge Astiazarán).

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GEMAS: Obsequio de Jorge Saldaña vía twitter: “México se debate entre: El volcán y su ‘tremor’, el ciudadano tiene ‘temor’ y muchos de los hombres de política lo que les falta es ‘pudor’”.

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