He aquí que a propósito de “rumores” y algunas críticas que se han hecho a las reformas al Artículo 3° constitucional -sobre el sistema profesional docente-, en el sentido de que son una exigencia de los países neoliberales, Emilio Chuayffet se puso a estudiar el sistema cubano.
Resulta que el Secretario de Educación se encontró con varias perlas a su favor. La principal: que los cubanos tienen un sistema de evaluación similar al nuestro, en el que se evalúa al maestro.
Los cubanos -contó- aplican cada año la evaluación con notas de MB (Muy Bien) B (Bien), R (Regular) y M (Mal), y se hace a través de cuatro tipos de examen: la autoevaluación, que equivale a 10% de la calificación; la referencia de terceros, que equivale a 10% de la evaluación; la evaluación hecha por otro par, que equivale a 20%, y 60% lo que llaman el portafolio, la historia crítica del maestro en aula midiendo todos los elementos de los que dispone para que el alumno pueda aprender.
Y en Cuba, que no es neoliberal -subrayaría Chuayffet-, los maestros que obtienen M son separados un año del aula, pero no los colocan fuera, no, les pagan un año de curso de regularización para que su calidad se incremente y después vuelven al servicio. Si hay otra evaluación en la que obtengan una M, entonces se les separa del servicio, pero no se les quita la plaza, se mantienen como trabajadores administrativos dentro del servicio porque los cubanos piensan que quien no pasa dos evaluaciones no tiene capacidad para el magisterio.
Y esto, concluiría, “es en un país con un régimen totalmente distinto al nuestro y totalmente distinto a los de la OCDE, y totalmente distinto a todos los que se han venido señalando en rumores como modelo a seguir porque son países neoliberales. Esto en Cuba se lleva a cabo hoy y los cubanos han hecho un espléndido papel en materia educativa, y no renuncian a la evaluación porque ésta se ha hecho para fortalecer al magisterio, no para hacerlo dependiente”.
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UN PASO OBLIGADO.- Uno de los mejores posicionamientos en el Senado sobre las reformas a la Ley de Víctimas -aprobada entre aplausos y por unanimidad- fue el de la petista Ana Gabriela Guevara.
La sonorense habló de lo “decepcionante” que ha sido el que las tecnologías de la información hayan progresado exponencialmente y, por contra, no haya sido posible generar un Registro Nacional de Víctimas, ni se haya logrado conducir una sinergia entre los registros estatales y federales. “Parece más un caso de omisión deliberada que de incapacidad técnica y de recursos humanos”, diría.
Con esta ley, señaló la medallista olímpica, es ya muy visible todo el camino que se tienen que recorrer respecto a los derechos humanos. Continuemos su mandato, pidió, y no resistamos reformas constitucionales que dicen las cosas por su nombre, las definen y las sancionen. “Demos este paso obligado y crezcamos”.
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QUE SUBIRÁ LA LUZ.- Allá por Santiago Ixcuintla, Nayarit, Andrés Manuel López Obrador alertó a sus seguidores sobre algo que, comentó, “me acabo de enterar”: aumentará el cobro de la energía eléctrica.
“Este plan lo van a poner en práctica en el mes de mayo, cuando hay más calor; cuando se consume más energía eléctrica van a aumentar los precios, es saña”, expuso el tabasqueño.
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GEMAS: Obsequio del presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, luego de haberse resuelto la controversia con el Senado a propósito del fuero: “Aveces el arte de la política es comernos un sapo sin hacer gestos”.
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