Nadie puede creer cómo de la nada surgen personajes que no son actores, ni cantantes, ni periodistas, ni conductores. Cuando un famoso se casa con un personaje desconocido para el medio de la farándula, se le antoja ese tipo vida y los reflectores simplemente lo seducen, al grado de querer pertenecer y convertirse en toda una celebridad.
En Estados Unidos el ejemplo más claro es Kim Kardashian: no canta, no baila, no actúa, no conduce un programa y ha ganado millones de dólares explotando su imagen, su vida y sus relaciones familiares. Hoy se vende como una socialité que sabe de moda, de negocios y es una gran celebridad.
Nicolás Vallejo-Nágera, mejor conocido como Colate, se casó con Paulina Rubio y siempre se mostró muy tranquilo, apartado de los medios y apoyando la carrera de la cantante. Decía que no soportaba a la prensa y que lo dejaran en paz, pues él no era artista. Pasó el tiempo y terminó el matrimonio, después vino el pleito legal y fue entonces cuando Colate sacó las uñas y se coló al medio, primero a través de múltiples entrevistas para demostrar su inocencia y culpar a Paulina de su infortunio; después aceptó participar en un reality show bailando y esta semana anuncia el estreno de su serie web titulada Colateando, cuyos productores la venden como un concepto original creado por Miguel Sierralta, Daniel Carles y el propio Nicolás.
El formato fusiona aspectos de la vida cotidiana del que llaman elegantemente “empresario en comunicaciones”, y prometen que veremos situaciones divertidas, originales e inesperadas. La serie, que podrá ser vista semanalmente en Show Business TV, mostrará el día a día en la vida de Colate, quien vive en Miami. El estreno será este 12 de mayo.
Por supuesto todos tienen derecho a figurar y a buscar su forma de vida, pero es lamentable lo que se muestra al televidente. Francamente, ¿qué tan interesante puede ser la vida de Colate? Y otra duda que me viene a la mente es: ¿le habrá pedido permiso a Rubio para mostrar su convivencia con el pequeño Andrea Nicolás? o simplemente su labor como padre quedará excluida del reality show. Fuera de esas dos interrogantes, no hay nada más que pueda ser llamativo o interesante; lo conocí y me pareció simpático y agradable, pero no me queda claro qué puede mostrarnos en pantalla…
Fui al estreno de la temporada de El último aliento en el Foro Sylvia Pasquel, bajo el concepto denominado Teatro Exprés, que muestra cuatro obras con un hilo conductor: mujeres famosas que han muerto en situaciones trágicas. En esta ocasión representan un fragmento de la vida de Marylin Monroe, interpretada por Claudia Marín; Edith Piaf (Michelle Batres); Karen Carpenter (Daniela Ibáñez); y Elis Regina (Amaya Blas). En especial, quiero felicitar a estas dos últimas actrices, pues la hija del Flaco Ibáñez, Daniela, es muy talentosa, su monólogo conmueve al igual que de Amaya...
Hay más..., pero hasta ahí les cuento.