Alonso Tamez

El Reino Unido está en campaña. El 12 de diciembre los británicos decidirán qué partido tendrá la obligación de intentar formar un gobierno estable en la Cámara Baja. Esta elección es especialmente importante porque decidirá el futuro del Brexit.

 

Pero más allá del ruido, se han presentado planes interesantes. Por ejemplo, uno del Partido Laborista, que plantea financiar 6 años de educación gratuita adicional para todo británico que, en cualquier momento de su vida, desee ampliar sus habilidades.

 

Para un trabajador, un esquema que le permita adquirir conocimientos extra o adaptarse rápido a nuevos mercados, significaría un gran salto en sus oportunidades de progreso personal y familiar. “Educación de por vida”, le está llamando el laborismo.

 

En la página 40 del Manifiesto Laborista 2019, exponen el porqué del plan: “Inglaterra ya enfrenta una escasez de personas con alto nivel de cualificaciones técnicas, y la demanda de estas habilidades solo crecerá” a medida que su país transite a una economía verde.

 

En este sentido, en la 41, proponen “derechos adicionales” para los trabajadores en los sectores más afectados por la automatización y los cambios industriales, así como un papel para los empleadores en el diseño de los planes de estudio, para que estos reflejen las nuevas necesidades.

 

Por supuesto que la “Educación de por vida” no es idea de ellos. Hay amplia literatura académica al respecto (para un enfoque crítico, véase: Preston, 1999). Pero sí es de las primeras veces que un partido occidental competitivo pone la medida sobre la mesa.

 

Si bien podríamos argumentar que la propuesta trata de esconder cosas como la precarización del empleo y de los esquemas de retiro, no podemos desecharla en automático. Las industrias cambian cada vez más rápido, y si no actuamos ante esa vorágine, porciones enormes de algunas generaciones podrían pasar al desempleo.

 

No soy aficionado del cuasimarxista Jeremy Corbyn, el líder laborista. Pienso que ahuyenta al votante promedio y que alguien más moderado le sería más rentable al partido. Pero esta es una idea muy interesante que debemos considerar seriamente.

 

En México, este debate no ha salido de la academia. Pero es momento de que la SEP, la UNAM, y demás instituciones, abran un debate sobre los pros y contras. De hecho, el gobierno, en la figura del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), ya cuenta con un marco general a escala para “Educación de por vida”. No lo olvidemos: estamos contra reloj y la empleabilidad de millones pende de un hilo.

 

@AlonsoTamez

 

 

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