Somos millones los que no votamos por quién será nuestro próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador. Muchos le negamos el voto por sus ideas viejas; otros por lo contradictorio de su proyecto; y varios por temor a un ataque a nuestras instituciones que, si bien no son perfectas, nos ha costado muchísimo construirlas.

Pero la elección terminó, y aún hay un país y una sociedad que debemos sacar adelante y defender. A todos los desanimados, los preocupados y a los francamente apanicados, les recuerdo que, pese a López Obrador, México va a estar bien.

Vamos a estar bien porque desde hace décadas, nuestro diseño institucional está pensado para nunca regresar a ese país de un solo hombre.

Vamos a estar bien porque tenemos una economía estable que ya es la número 15 del mundo, y que desde 1995 no sufre una crisis generada internamente.

Vamos a estar bien porque tenemos una sociedad civil atenta y demandante, que ayudará a denunciar cualquier abuso o ataque político contra instituciones o personas.

Vamos a estar bien porque el nuevo gobierno va tener una oposición vigilante en el Congreso, que ante cualquier gesto autoritario deberá saltar en defensa de los equilibrios.

Vamos a estar bien porque tenemos medios de comunicación diversos que vigilarán al poder, como también lo hicieron con Enrique Peña Nieto.

Vamos a estar bien porque las redes sociales presionarán al nuevo gobierno para que actúe con transparencia, decoro y prudencia en un país y un mundo altamente dividido.

Vamos a estar bien porque México tiene un lugar de respeto gracias a su apertura comercial, sus alianzas y sus posturas a favor de la democracia en organismos multilaterales.

Pero sobre todo, vamos a estar bien porque los mexicanos no le damos un cheque en blanco a nadie. Al primer disparate, saldremos a las calles a demandar sensatez y eficacia --como ya lo hicimos en 2004 en la Ciudad de México, tras la crisis de inseguridad en el gobierno de López Obrador--.

Regresar al país de un solo hombre sería traicionar todo lo que buscó nuestra transición democrática --misma que hoy ha permitido a López Obrador llegar al poder--.

Nadie en su sano juicio debería desearle mal al próximo presidente, así que muchas felicidades Andrés, pero no se te olvide ni un solo segundo que más de la mitad de los mexicanos vamos a vigilar cada uno de tus pasos.

@AlonsoTamez

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