Como cada año, la glosa del segundo informe del presidente Enrique Peña Nieto obligará a un desfile de secretarios de Estado por la Cámara de Diputados, pero los legisladores de izquierda tienen la mira en tres funcionarios: Ildefonso Guajardo, secretario de Economía; Jesús Murillo Karam, procurador General de la República, y Emilio Lozoya, director general de Pemex. Más allá del informe que rindan sobre sus respectivas carteras, lo que los diputados quieren saber son los avances del escándalo por el fraude de Oceanografía.
En la discusión del Presupuesto para 2015 cada quien trata de “llevar agua para su molino” y al interior de San Lázaro advierten de casos en los que hay que poner mayor atención. Uno de ellos es el de Pedro Pablo Treviño Villarreal, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública y hombre muy cercano al gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, a quien busca suceder en las elecciones del próximo año. Como es tradición, los gobernadores ya empiezan a cabildear para lograr aumentos en sus participaciones federales.
Pese a la presión por resolver temas pendientes en materia migratoria, será hasta el 15 de noviembre, durante la cumbre del G-20 en Brisbane, Australia, que el presidente Enrique Peña Nieto y su homólogo estadunidense, Barack Obama, vuelvan a tomar el tema. Será, sin embargo, un acercamiento de palabra, pues parece que el debate seguirá pospuesto hasta después de las elecciones en el Congreso de Estados Unidos ese mismo mes. Sin duda, también será un tema a tratar en la Cumbre Iberoamericana de diciembre en Veracruz.
El que aprovechó muy bien el Consejo Nacional del PAN el sábado fue el ex dirigente Luis Felipe Bravo Mena, quien de plano se instaló en un stand para vender su libro, Acción Nacional Ayer y Hoy, sobre las crisis internas del blanquizal. Hasta ahí llegaban los panistas para adquirir su libro y de paso obtener un autógrafo del autor. Bravo Mena en repetidas ocasiones ha criticado a su partido por la falta de propuestas; las críticas caen en tierra blanda ahora que los escándalos y las divisiones han dejado al partido muy mal posicionado de cara a los comicios del próximo año.