Los mercados públicos en México poseen una importancia económica, cultural e histórica que data del periodo prehispánico, herencia de nuestros usos y costumbres. La realidad actual demanda que los ciudadanos regresen a estos centros de convivencia y abasto popular, destacados por su buena atención, variedad de productos y precios justos.

 

 

En la Ciudad de México existen actualmente 329 mercados públicos, de los cuales 39 se ubican en la delegación Cuauhtémoc; la meta de mi administración es rehabilitar 60% de ellos; lamentablemente, todos se encuentran en una situación de agonía provocada por el abandono oficial y la competencia desigual que, desde los años 70, han tenido que enfrentar con los grandes supermercados o cadenas comerciales que invaden el territorio nacional, promovidos y auspiciados por capitales nacionales y extranjeros.

 

 

Convencidos de la función social que cumplen los mercados, al satisfacer las distintas necesidades de consumo, y cultural, como símbolos de identidad mexicana, en la delegación Cuauhtémoc nos dimos a la tarea de conseguir y destinar los recursos necesarios para la rehabilitación de estos espacios que se han resistido a la extinción en un mundo globalizado que insiste en desplazarlos con la alevosía de intereses poderosos.

 

El diagnóstico es grave, producto de la indiferencia gubernamental: los 39 mercados de la demarcación tienen, en promedio, una antigüedad de entre 40 y 80 años, y la mayoría nunca recibió mantenimiento alguno: fueron abandonados enteramente a su suerte, situación que contribuyó al estado de deterioro en que hoy se encuentran.

 

 

Un gran número de estos inmuebles se encuentran dañados y presentan carencias y problemas en sus instalaciones, como el menoscabo en los niveles estructural, funcional y de imagen, a causa de la ausencia de mantenimiento preventivo y correctivo, que ha ocasionado averías y desperfectos en las redes eléctrica, hidráulica y sanitaria. Asimismo, prevalece el debilitamiento de las estructuras, techumbre y fachadas, lo cual puede convertirse —o de hecho se ha convertido— en un riesgo para comerciantes y clientes.

 

 

Ante tal situación y en atención a la demanda de locatarios, destinamos alrededor de 100 millones de pesos, en una primera etapa, para la rehabilitación de los primeros 10 centros de abasto, con el compromiso de recuperar la totalidad de los mismos en el transcurso de nuestra administración.

 

 

¿Qué pretendemos con el programa de rehabilitación? Rescatar y preservar en condiciones óptimas los mercados públicos, a fin de elevar su competitividad e impulsar su desarrollo económico, evitar el deterioro de los inmuebles, ofrecer espacios seguros, higiénicos y agradables a los visitantes, mantener la fuente de empleo de locatarios, generar ahorros en mantenimiento correctivo, brindar mejor servicio a los usuarios y fortalecer el abasto y la convivencia familiar y barrial.

 

 
Con esta meta iniciamos, en 2016, los trabajos de rehabilitación integral de los mercados Beethoven, La Dalia, Paulino Navarro, Martínez de la Torre, Insurgentes, Abelardo L. Rodríguez, Lagunilla Zona y Tepito Fierros Viejos; todos ellos concluidos a la fecha.

 

 

Además, este año, con una inversión superior a los 60 millones de pesos, continuamos con el rescate de Granaditas, Bugambilia, Juárez, Mixcalco, San Joaquín Anexo, San Cosme y Martínez de la Torre (segunda etapa), con el compromiso de trabajar en 2018 en la recuperación de los restantes.

 

 

Las obras emprendidas comprenden la rehabilitación de red de drenaje, sustitución de tubería, aplicación de pintura en muros, plafones, estructuras metálicas y fachada, sustitución de pisos, impermeabilización, colocación de domos y tablero de alumbrado y cambio de instalaciones eléctricas, entre otras.

 

 

Sin embargo, no basta sólo con atender las necesidades estructurales, sino también es necesario otorgar certeza jurídica a los locatarios y erradicar la corrupción en estos centros de abasto, que ha sido otro de los graves problemas que han favorecido el deterioro de los mismos.

 

Esto será posible con la regularización de los locatarios. En los últimos meses, hemos entregado cédulas de empadronamiento a comerciantes de siete mercados públicos, y lanzamos la convocatoria para el uso, aprovechamiento y explotación de locales comerciales en el Mercado Paulino Navarro: se trata de un trámite gratuito y transparente que se puede realizar en la Ventanilla Única Delegacional.

 

 

En cadena beneficiosa, esto favorece además el acceso a un empleo formal, lo cual reactivará la economía local, e indirectamente ayuda a combatir otros males, como el índice delincuencial.

 

 

Ni en éste ni en nuestros otros compromisos vamos a bajar la guardia, porque hemos demostrado con hechos que se pueden hacer las cosas. Estamos rescatando el Corazón de México.

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