Dicen en los altos círculos de la Secretaría de Desarrollo Social que los rumores sobre la salida de Rosario Robles de la dependencia no son más que un intento de adeptos a Andrés Manuel López Obrador por desestabilizar la gestión de la funcionaria. El motivo es claro, la preocupación porque la Cruzada Nacional contra el Hambre le quite capital social al líder del Movimiento de Regeneración Nacional en el país y sobre todo en la capital, donde ya varios delegados han mostrado interés en llevarla a cabo.
La tragedia del accidente del autobús en una carretera de Veracruz revela la negligencia de los prestadores de servicios de autotransporte que aumentan corridas con vehículos no del todo en buen estado y con operadores con exceso de horas de manejo. Hay que ahondar en las causas por las que 36 personas perdieron la vida. Hasta hoy los reportes son confusos pero dan cuenta de salidas de emergencia en mal estado dentro del autobús, cansancio del chofer y falta de señalamiento del tractocamión estacionado en la carretera. De nuevo, negligencia que terminó en tragedia.
Otro de los escenarios de fuertes tragedias es el de centros nocturnos, o en aras de la claridad, los antros. Para evitar tragedias como la del Lobohombo y el News Divine, diputados panistas de la Asamblea Legislativa del DF lanzarán una campaña denominada "A este antro sí le entro", donde buscan certificar a los establecimientos seguros para garantizar la vida nocturna y obligar a las autoridades como el Instituto de Verificación Administrativa a cumplir con las normas y cerrar sin miramientos aquellos lugares que operan en la clandestinidad.
En marzo la ciudad de San Francisco prohibió la venta de aguas embotelladas en establecimientos públicos y privados debido al daño ambiental que tanto plástico desechable genera. La multa será de mil dólares. Al perredista Alejandro Robles, diputado en la Asamblea Legislativa del DF, se le ha ocurrido tropicalizar la misma propuesta, sólo que aumentaría la multa y la clausura del establecimiento. La diferencia es que en California el agua corriente es limpia, sana y gratuita a través de bebederos públicos, y aquí en el DF, no precisamente.