“Si una persona no puede dormir y va al médico, la peor cosa que puede pasar es que le receten pastillas “.

 

…y sin embargo hay médicos que lo hacen y pacientes que lo buscan.

 

El sueño es fundamental para el organismo, es como comer. Y así como hay que alimentarse bien, también hay que dormir bien.

 

No es algo que diga yo. Es un comentario que me hizo en una charla el Dr. René Drucker, uno de los científicos mexicanos más reconocidos en el estudio del sueño.

 

A propósito del tema, en una ocasión un amigo le preguntó en una entrevista si era bueno tomar somníferos, a lo que el científico respondió: “La alteración del sueño es una condición médica importante que se debe analizar, se debe ir con un especialista”.

 

¿Por qué? Porque si el médico receta pastillas no está explorando los posibles problemas.

 

Dormir bien es un tema de salud. Sobre todo en una ciudad como la de México, que tiene varios factores externos (porque también hay situaciones biológicas) que pueden no permitir el disfrutar de un sueño profundo.

 

En este caso hablaremos de los externos, que muchas veces dependen de nosotros y otras de las acciones de una autoridad. Por ejemplo, quienes viven en zonas de obras deben saberlo muy bien.

 

Conozco a muchas personas que viven a la orilla de un eje vial. Digamos el 6. Un sitio en el que por la noche los vehículos pesados se dirigen a la Central de Abasto y que por el peso, frenan con motor.

 

Algunos se han acostumbrado a ese ruido. Otros, con el sueño más ligero, despiertan una y otra vez. Casi al amanecer, comienzan los sonidos del claxon. Todo, combinado con su gusto por la televisión y el chateo.

 

¿El resultado? Un chilango desvelado (sé que a muchos no les gusta la palabra chilango, pero en todo caso hay que ir a la página de la Real Academia Española y verán que está bien utilizado el término).

 

Según las palabras del propio Dr. Drucker los trastornos del sueño afectan la calidad de vida de las personas, y sin embargo, es un tema que al que la Medicina en México no toma mucho en cuenta.

 

Por eso es importante que cuando se padezca insomnio se trate de identificar el problema rápidamente.

 

Si es porque frente a su ventana abrieron un restaurante con un anuncio luminoso, primero verifique si tiene permiso, y si es así, busque unas cortinas muy gruesas o una protección que impida el paso de la luz. Si no, denúncielo.

 

Si su vecino escucha música a todo volumen, o el antro de al lado no cumple con la normatividad y el ruido intenso dura toda la noche, hable con ellos o denúncielo en un Juzgado Cívico. Por eso existe una Ley de Cultura Cívica que contempla sanciones para el ruido excesivo.

 

Si es porque vive en una avenida muy ruidosa, busque colocar vidrios más gruesos en su ventana, o de plano cámbiese.

 

Los factores externos pueden ser muchos: si la TV lo distrae, no coloque televisiones o videojuegos en la recámara. Utilice un colchón cómodo, etc, etc, etc.

 

Hay algo que se conoce como “higiene del sueño”, y tiene que ver con tener las condiciones óptimas para poder dormir.

 

Y si de plano ha hecho todo lo que tiene a la mano y no logra dormir, acuda con un especialista. Afortunadamente, en esta metrópoli existen las Clínicas del Sueño, una de ellas depende de la Secretaría de Salud del DF y su servicio es gratuito. Esta clínica se encuentra en el Hospital del Ajusco Medio.

 

Hay una más en el Hospital General y otra en el Hospital Gea González, todas impulsadas por el científico Drucker.

 

No lo piense. La pestaña (o coyotito) en el pesero o en el Metro no harán que descanse como debe ser. Y si maneja, menos.

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