De manera informal, inició en el PRI la carrera por la gubernatura del Edomex, y hasta quienes han dicho que no es tiempo de pensar en eso hacen todo para aparecer, como el diputado Alfredo del Mazo, quien con el pretexto de su informe inundó la capital mexiquense con anuncios espectaculares. Carolina Monroy también rendirá su informe y echará la casa por la ventana con invitados como Enrique Ochoa y César Camacho. Mientras que Carlos Iriarte y Ana Lilia Herrera tampoco se quedan atrás y trabajan para amarrar apoyos con los sectores. En pocas palabras, todavía no hay nada para nadie. ¿Será?
Panistas agraviados
Nos cuentan que prominentes militantes del PAN están molestos con Ricardo Anaya porque los dejó sin oportunidad de competir por la presidencia de la Cámara de Diputados. Para los agraviados, nos dicen, hubo descalificaciones y Anaya siempre tuvo claro que quedaría alguien afín a Santiago Creel. Esto le garantiza apoyos para su proyecto personal en 2018 y el control de la Cámara baja, replicando el esquema utilizado para la designación de Marko Cortés como jefe de la bancada panista. ¿Será?
El jefe de gabinete
Con los cambios en su gabinete, Miguel Ángel Mancera prácticamente formalizó las funciones de Luis Serna como su jefe de gabinete. Por el escritorio del eficiente secretario particular pasan todos los asuntos de importancia del Gobierno de la Ciudad de México, y la reestructura, recientemente anunciada, le otorga funciones sustanciales y fortalece un mando único, cuya principal encomienda es concretar el proyecto de Gobierno de su jefe y amigo.
Prioridades
En Guerrero, el delegado de la Sedatu, José Manuel Armenta, anda más preocupado por promover su candidatura como diputado, rumbo a 2018, que por atender las obras inconclusas en lugares que fueron golpeados por los huracanes Ingrid y Manuel desde 2013. Muchos se preguntan si la titular de la dependencia, Rosario Robles, tendrá conocimiento de estas omisiones, sobre todo porque ha dicho que son los resultados los que mantienen o quitan a los delegados y no en el Senado, donde Armenta presume tener un padrinazgo. ¿Será?
