El papelón que hizo el dirigente nacional del PRI, César Camacho, la noche del domingo 7 de julio cuando, junto a varios personajes de la cúpula priista, salió a levantarle la mano a su candidato en Baja California y a decir que “según los datos que nos dan nuestras encuestas y conteos, nosotros ganamos”; es algo bastante extraño que el propio Camacho no ha querido explicar claramente y que ha despertado toda clase de dudas y comentarios en los corrillos políticos.

 

¿Realmente se chamaquearon a dos políticos con el colmillo tan largo y retorcido como César Camacho y Manlio Fabio Beltrones al darles sus encuestadoras datos incorrectos e insostenibles a la luz de las primeras tendencias oficiales del PREP? Porque una de esas dos encuestadoras, contratadas por el PRI en Baja California, era nada menos que el Gabinete de Comunicación Estratégica de Liévano Sáenz, que para mayores señas es hoy por hoy el encuestador de cabecera del presidente Peña Nieto en Los Pinos, con todo y los cuestionamientos que su empresa ha enfrentado en el medio de los especialistas en encuestas.

 

Si fue así y Camacho creyó ingenuamente en los datos incorrectos y falaces de sus encuestadores, como ha dicho, sería delicado, pero aun así surge otra duda: ¿También Beltrones se tragó el anzuelo de información de los presuntos sondeos de salida que ya a esa hora -6:15 tiempo local de Tijuana- no coincidían con los de otras empresas que también realizaron exit polls que daban ventaja, cerrada, pero ventaja a Kiko Vega del PAN sobre Fernando Castro Trenti?

 

Si no fue ingenuidad ni imprudencia de estos dos políticos que, tendrán muchos defectos, pero no son ni ingenuos ni imprudentes, entonces pudo ser lo que algunas voces en el PRI comienzan a deslizar por lo bajito: César Camacho supo en todo momento que la elección estaba perdida, y debió saberlo también Manlio Fabio Beltrones, pero en busca de apaciguar al priismo de Baja California -y quizá de todo el país- y de exorcizar al fantasma de la concertacesión que rondaba esa noche de domingo por Tijuana, recibieron la indicación de salir a declarar supuesto ganador a Castro Trenti para que no se dijera que entregaron la elección sin pelearla.

 

Según esas versiones, lo de Camacho habría sido un montaje bien escenificado para vacunar al PRI y también al presidente Peña Nieto de la idea de que entregaron Baja. El elemento de incertidumbre que metieron, primero con ese anuncio y luego con las impugnaciones al PREP, serviría al final para que, cuando vengan los resultados oficiales y el priismo reconozca su derrota, nadie se atreva a decir o a sospechar que no la pelearon hasta el último momento.

 

Así Camacho no sólo hacía el exorcismo de la temida concertasesión, sino que al mismo tiempo apaciguaba a los grupos políticos involucrados en esta elección, mandaba un mensaje a las bases y preparaba el terreno para que el llamado del presidente Peña a que todos los actores acepten los resultados y reconozcan sus derrotas en las elecciones locales “porque en una democracia hay ganadores y perdedores” y “hay que continuar el diálogo con las fuerzas políticas que nos permita concretar reformas” tuviera sentido.

 

Todo eso se verá el domingo próximo cuando, al conocerse las cifras oficiales de la elección, el PRI seguramente acepte la derrota y no haya ya una impugnación formal al proceso en Baja California. La única duda que queda es ¿por qué la cara de molestia de Manlio Fabio en esa conferencia del domingo por la noche y porque él no aceptó levantarle la mano a Castro Trenti a pesar de ser tan cercano a él? ¿Sabía el sonorense que todo era para cumplir con una defensa simulada?

 

NOTAS INDISCRETAS…En el pleito de Luis Téllez contra Elektra, por daños y perjuicios, al presidente de la Bolsa Mexicana de Valores le ratificaron la sentencia por daño moral y perjuicios contra la empresa de Ricardo Salinas Pliego, debido a que su apelación al fallo judicial que lo había condenado a pagar en primera instancia no fue firmada por Téllez, por lo que el recurso se dio por no presentado por la Cuarta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del DF. Téllez perdió así ante las instancias legales pero se niega a asumir las consecuencias del pleito que inició por sus declaraciones y está arrastrando a toda la Bolsa en este asunto que debería enfrentar ya de manera personal, en lugar de dañar a toda la institución bursátil… Los dados mandan Serpiente. Caída libre.

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