A las 11 de la mañana, cuando Sergio García Ramírez caminaba hacia el salón en que habría de desarrollarse la sesión extraordinaria del Instituto Federal Electoral, no llevaba en mente abstenerse en la votación, ni mucho menos esperaba que poco después, desde la Cámara de Diputados, el coordinador de los priistas, Manlio Fabio Beltrones, diera por “presentada” su renuncia.
Es más, durante su caminar a la sesión comentábamos el mensaje que había dado a conocer el día anterior, y las reacciones que generó el anuncio público de su renuncia tras su votación a favor del PRI en el caso Monex. Renuncia que, según entendimos, se haría efectiva cuando se hubiera elegido a su sucesor.
En ese ánimo pues, dispuesto a debatir y a votar de nuevo este día, ingresó García Ramírez a la sesión en que se analizaría el dictamen de la Unidad de Fiscalización sobre los gastos de las campañas presidenciales. Es más, apenas concluyó el consejero presidente Leonardo Valdés Zurita su intervención inicial, García Ramírez pidió la palabra.
El ex procurador general de la República y juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos no acostumbra leer en sus participaciones, pero esta vez llevaba un texto escrito. Prevendría sobre “el terreno resbaladizo” en que se hallaban, se pronunciaba por “evitar que se mida de una manera a unos y de otra a otros”, señalaba que tendía “a evitar las sanciones”, pero que escucharía a todos antes de profundizar y emitir su voto. El reloj marcaba entonces las 12 del día.
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UN VOTO PERDIDO EN LA PENUMBRA.- Por ahí de la una y media de la tarde comenzó a circular en los pasillos la versión de la declaración de Beltrones a propósito de la renuncia de García Ramírez. Provenía de una pregunta que le hicieron al priista sobre si ya estaban preparando el relevo del consejero. La respuesta del sonorense fue tajante: “No nada más está anunciada, sino está presentada”.
Comenzaron entonces las especulaciones en el IFE. Los asesores pasaban tarjetas a los consejeros electorales con los comentarios que escuchaban lejos del salón: ¿Seguía siendo consejero García Ramírez? ¿Podía participar en la discusión? ¿Tenía derecho a voto?
A las cuatro de la tarde, iniciada la segunda ronda de participaciones, García Ramírez tomó entonces la palabra para atajar las dudas que revoloteaban y anunciar lo que él mismo calificaría como “anticlimático”: su separación del Consejo.
Según dijo, puesto que el tema de su renuncia ya era conocido por la Cámara de Diputados, no tenía claro si ésta se daba por efectiva en ese miso momento, “y como no quiero caer en regiones de penumbra, me abstendré”. Y agregaría: “El sentido de mi voto será una interrogante que se perderá en la penumbra de los tiempos…”.
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¿FUE UN MENSAJE?- Aunque a esas alturas del debate el sentido del voto de García Ramírez ya no haría una diferencia importante, pues las mayorías estaban muy claras, no dejaba de sorprender el anuncio de Beltrones. “Parece un mensaje… o una advertencia”, comentaban varios asesores.
Valdés Zurita tuvo que explicarse ante el pleno. Indicó: “Ayer recibimos la notificación” de la renuncia (de García Ramírez) “y ayer mismo la dirigí a la Cámara de Diputados”. Aunque precisó que, en su opinión, la renuncia todavía no era efectiva. Pero la decisión de García Ramírez estaba tomada. Se abstendría.
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GEMAS: Regalito del senador Javier Corral durante la sesión del IFE: “¡Pues ya salieron los fondeadores de Monex! ¡Están en el dictamen, en sus conclusiones!
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