Definida la lucha electoral y repartidas las posiciones de poder, todo apunta a que el Pacto por México sufrirá una metamorfosis provocada por la reforma a Pemex y que pasará de ser una mesa de consensos de los tres grandes partidos a una alianza bipartidista entre el PRI y el PAN, que volverán a renovar su esquema histórico de alianza derechista para modificar la Constitución y varias leyes relativas al petróleo y su producción y explotación, haciendo a un lado a la izquierda con sus posiciones nacionalistas.
Así, mientras la izquierda, tanto la moderada del PRD como la más radical del lopezobradorismo, se encamina a la protesta social en lo que llama “la defensa del petróleo”, el priismo de Enrique Peña Nieto y el panismo de Gustavo Madero han empezado sus acercamientos y flirteos para una propuesta común de reforma energética. Y aunque no se descarta que podría haber coincidencias con las posiciones más moderadas del perredismo, representadas por la propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas, también hay diferencias que pueden volverse infranqueables, como los cambios a artículos como el 27 y el 28 constitucional, que impulsa el PAN y el PRI no ve con malos ojos, siempre y cuando se mantenga la propiedad estatal del petróleo.
Así que de la mesa de los grandes acuerdos que fue hasta ahora el Pacto por México, en donde el gran mérito y el éxito político reconocido nacional e internacionalmente era la conciliación de posiciones con toda la oposición -la izquierda y la derecha incluidas- la administración de Peña Nieto podría optar ahora por afianzar una alianza de mayorías parlamentarias con el PAN para sacar no sólo la reforma petrolera sino también la fiscal, tal y como en su momento hizo el ex presidente Carlos Salinas de Gortari que pactó sólo con la derecha panista para conseguir sus principales reformas.
Claro que, tal y como ocurrió con Salinas, el PAN no piensa regalarle nada a Peña Nieto. La primera condición que puso Gustavo Madero al anunciar su propuesta para empezar a discutir el tema energético es que antes se discuta y apruebe la reforma política, en la que los panistas tienen puntos prioritarios que exigirían aprobar al PRI, aun cuando varios de esos planteamientos se les indigestan a los priistas. En concreto, Acción Nacional quiere una reforma electoral que incluya la Segunda Vuelta en las elecciones presidenciales; la reelección tanto legislativa como en cargos de elección, y las sanciones más severas a quienes violen topes de campaña y usen recursos públicos en elecciones, incluso con la pérdida del registro oficial a los partidos.
¿Aceptaría el PRI la reelección que no sólo prohíben sus estatutos sino que ya el dirigente César Camacho dijo que su partido no va con esa propuesta? ¿Podrían aceptar Peña y los priistas una segunda vuelta electoral a la que históricamente se han opuesto los tricolores o estarían dispuestos a que se castigue con pérdida de registro la violación de gastos de campaña o las prácticas ilegales de sus gobernadores en los comicios?
El precio que pide el PAN por apoyar una reforma energética parece muy alto, sobre todo para el PRI. Los panistas saben que en el tema de los cambios a Pemex, Peña Nieto los necesita mucho más a ellos, con quienes tiene más afinidad la propuesta gubernamental, que al PRD que, si bien acepta inversión privada en algunas áreas de la petrolera, en otras es inflexible. Así que las coincidencias y diferencias comenzarán a decantarse y es muy probable que de ser una mesa de tres, el Pacto por México termine convertido en una alianza de dos.
NOTAS INDISCRETAS…Directo desde Bangladesh, el gobernador de Veracruz Javier Duarte busca implementar en su estado el modelo de financiamiento social desarrollado por el Premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, a través del Banco Grameen. Para eso el mandatario trajo el fin de semana al Puerto de Veracruz al economista bengalí que dijo que con la inversión de 4.5 millones del gobierno estatal y sus programas de negocios sociales se puede ayudar a salir de la pobreza a personas de escasos recursos a través de la creación de empresas incubadoras y empresas sociales con fondos económicos. La apuesta funcionó en Bangladesh, la pregunta es si funcionará en Veracruz… Arranca la Semana. Escalera mandan los dados.