Han sido casi cuatro años de ataques sistemáticos.
Cuatro años de proyectar la imagen de un gobierno, el de Enrique Peña Nieto, como corrupto e ineficiente.
De señalar errores, “aunque nos digan que vamos bien”, según reza la publicidad ya presidencial de Ricardo Anaya.
Tuvo éxito.
Ganó siete de las 12 gubernaturas en liza y arrasó en Baja California, donde está enseñoreado desde 1989, cuando Ernesto Ruffo instauró el primer gobierno de oposición.
Pero hoy, mes y medio después de las victorias del 5 de junio, loscandidatos triunfantes empiezan a sentir la presión de una sociedad agraviada y reclamante de resultados urgentes.
Inclusive antes de ascender al poder.
De ese grado es el desánimo social, la animadversión hacia el PRI y hacia algunos de los gobernantes más desprestigiados, cuya salida es exigida antes de concluir sus respectivas administraciones.
¿Eficiencia al estilo Fox y Calderón?
Hoy el tiempo empieza a correr en contra de los candidatos ganadores del PAN.
Crearon demasiadas expectativas y la gente no está para esperar.
A las prisas deben estructurar planes de gobierno y dar respuesta a los principales reclamos de la población en meses, sobre todo después de sexenios de abandono y corrupción.
La ciudadanía no tiene paciencia para esperar los llamados planes estatales de desarrollo, catálogos de buenas intenciones y nulos frutos presentados regularmente a los seis meses de administración.
De lo contrario, les han advertido sus estrategas y su dirigente, Ricardo Anaya, la inercia azul puede perderse y reflejarse en las elecciones de 2017; no se diga en las presidenciales de 2018.
Acotación necesaria, porque hasta ahora los ganadores siguen enfrascados en acusaciones hacia sus predecesores y las experiencias gubernativas de Vicente Fox y Felipe Calderón fueron frustrantes.
De los entrevistados, solamente dos parecen tener muy clara esta exigencia.
Carlos Joaquín y José Rosas Aispuro se preparan para arrancar con proyectos distintos y, ¡oh, sorpresa!, incorporar a sus gabinetes a militantes de prácticamente todos los partidos y de la sociedad civil.
– Llamaré a los mejores, no importa su militancia. Antes que la militancia está su capacidad –me dijo Rosas Aispuro.
No más discriminación a lésbico-gays
- La comunidad lésbico-gay, bisexual, travesti, transgénero, transexual e intersexual (LGBTTTI) debe estar feliz.
El secretario de Salud, José Narro Robles, visitó el Conapred y ordenó a su titular, Alejandra Hass, asegurar el buen servicio a aquella comunidad.
La orden incluye más: elaborar protocolos de atención integral de la salud para personas trans e intersexuales conforme a los estándares internacionales.
- A propósito de persecuciones políticas, el gobernador electo Carlos Joaquín ya le puso el ojo a su adversario político, el priista Mauricio Góngora.
Ha prometido a la asociación civil Somos Tus Ojos, Transparencia por Quintana Roo, dar seguimiento a un presunto desvío de 61.5 millones de pesos en el municipio de Playa del Carmen, donde Góngora era alcalde.
– Es la punta del iceberg –afirma un colaborador cercanísimo a Joaquín, para advertir: – Va contra Roberto Borge y Mauricio Góngora.
