El actor es un hombre trabajador, lleva años en el medio artístico, ha ido ganándose un lugar y piensa que es triste que después de tanto tiempo le den más importancia a los escándalos relacionados con su vida privada. Gabriel Soto empezó como modelo a los 18 años, después de participar en el certamen Mr. Mundo. Después se integró al grupo musical Kairo, donde entró para reemplazar a Eduardo Verástegui. Inició su carrera como actor y ha participado en distintas telenovelas donde logró convencer al público y a la crítica con su actuación.

 

Entre los melodramas en los que ha colaborado se encuentran Mi querida Isabel, Alma rebelde, Mi destino eres tú y Carita de ángel. Pero lo empezaron a tomar más en serio cuando llegó el personaje de Ulises (el feo) en la telenovela Amigas y rivales, del productor Emilio Larrosa, quien lo siguió contratando para Las vías del amor, al lado de Aracely Arámbula y Jorge Salinas, y Mujer de madera.

 
Gabriel se fue a Los Ángeles, donde tomó cursos de actuación, clases de boxeo y surf y regresó a México para hacer el programa Bailando por un sueño. Después participó en La verdad oculta, con Galilea Montijo, Alejandra Barros y Eduardo Yáñez.

 

 

Otras de las telenovelas en las que actuó fue Bajo las riendas del amor, con Adriana Fonseca, Adamari López y Geraldine Bazán; Querida enemiga, con Ana Layevska, Jorge Aravena y María Rubio, producción de Lucero Suárez. Más tarde llegó Sortilegio, de Carla Estrada; La fuerza del destino, de Rosy Ocampo con David Zepeda y Sandra Echeverría; Un refugio para el amor, junto a Zuria Vega; Libre para amarte, con Gloria Trevi; Qué pobres tan ricos y Yo no creo en los hombres, al lado de Adriana Louvier. Actualmente es el protagonista de Vino el amor, junto a Irina Baeva.

 
Pero le duele que se metan con su vida privada y busquen hacerle daño. Se publicaron unos mensajes que supuestamente escribió en los que se queja de Geraldine, diciendo que lo tiene embrujado y que ya no la aguanta. En otro medio sale a relucir una chica llamada Itzel Raquel Rivera, mejor conocida como Maya (quien se supone filtró dichas conversaciones por resentimiento en contra del actor), pues él le prometió estar a su lado y dejar a Geraldine.

 

 

Gabriel no ha querido hablar con los medios y respondió en Instagram de este modo: “No tengo tiempo para odiar a la gente que me odia, porque estoy demasiado ocupado amando a la gente que amo”. En respuesta, Geraldine Bazán también publicó un texto:
“Si Dios está contigo, quien esté contra ti no importa”.

 

 

Rosalba Ortiz, madre de Geraldine, señaló que ni ella ni su hija practican la brujería, asegura que es mentira que y que profesan la religión católica. Gabriel se ha reunido con sus abogados para ver de qué manera puede defenderse, pues al parecer ya es un tema personal, debido a que la revista que publica estas notas le ha causado varios disgustos y como no quiso ahondar en el tema, tuvo que cancelar una conferencia que tenía planeada para otro motivo. Suerte a Gabriel Soto y ojalá esta nota no le afecte en su matrimonio.

 

Hay más..., pero hasta ahí les cuento.

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