Siempre he pensado que a la Ciudad de México -una de las mayores áreas metropolitanas del mundo- le hace falta uno o más periódicos locales. Que escarben diariamente en su vida urbana, entre su gente, su problemática, sus historias, sus oportunidades y sus desafíos.
Si echamos un vistazo a la oferta de diarios que circulan por sus calles, sólo encontraremos pequeñas secciones con información local encartadas en diarios de información nacional, con escasa -escasísima- información de la gran urbe para sus millones de pobladores.
Un fenómeno no exclusivo de la gran urbe. Un vistazo a los contenidos de los diarios de las principales ciudades del país nos ofrecen un panorama similar. El periodismo local es plato de segunda mesa, como si el lector no fuera -al final- el “cliente” principal de la información que se ofrece.
El millonario Warren Buffett no piensa lo mismo. En su ya tradicional y esperada carta anual a los accionistas que publicó el viernes pasado, dedicó un espacio inusual -de las 24 páginas de su carta- a explicar sus razones de por qué decidió invertir en periódicos locales a contracorriente de las advertencias sobre la inminente desaparición de los periódicos en el mundo.
Buffett ha comprado 28 diarios en los últimos 15 meses y ha pagado por ellos 344 millones de dólares. Nadie de su peso e influencia como inversionista ha apostado tanto por el negocio de los periódicos como lo ha hecho el presidente de Berkshire Hathaway.
La pregunta es qué ha motivado a Buffett -el llamado sabio de Omaha- a apostar en contra de la opinión extendida sobre el futuro de los diarios en papel. La respuesta del multimillonario -el tercero en la lista de Forbes después de Carlos Slim y Bill Gates- es sencilla: Apuesta por el futuro de la prensa local, aquella que se distribuye en poblaciones relativamente pequeñas, que informan -como nadie más lo hace- de lo que le interesa a la gente.
Su premisa es que la televisión e internet informan sobre noticias políticas, nacionales e internacionales, y los grandes diarios enfocados en estas mismas temáticas han perdido esa batalla ante la tecnología, disminuyendo sus audiencias y, por lo tanto, sus ingresos publicitarios.
Pero eso no ocurre con la prensa local. “Los periódicos siguen siendo la estrella de la información local. Si quieres saber lo que pasa en tu localidad, sobre el alcalde, los impuestos o el futbol del colegio, no hay competidor que pueda ganar al medio local que hace bien su trabajo… Donde quiera que haya una sensación generalizada de comunidad, un diario que publique información sobre las necesidades de esa comunidad, seguirá siendo indispensable para una porción significativa de sus habitantes”, dice Buffett. El millonario no cree en recortar contenidos o en reducir la frecuencia de publicación de los diarios locales, sino más bien está haciendo una fuerte apuesta por la calidad de estos contenidos impresos en una combinación razonable con plataformas en internet. Y sus primeros resultados parecen apuntar en esa dirección.
En el fondo de su argumentación, este “resucitador de periódicos” cree en la prensa local y de nicho comprometida con el interés personal de sus lectores, como la sobreviviente de la hecatombe digital que ha puesto de rodillas a las grandes cabeceras del periodismo tradicional.
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