No sólo somos las y los mineros, en las fábricas, en las oficinas, en el campo, la historia es la misma: un sector productivo traicionado y agredido. Llevamos siete años en los que, en lugar de recibir algún tipo de apoyo para vivir mejor, hemos sido robados con legislaciones que disminuyen el salario y, a la par, nos cargan con más impuestos.
El futuro de la clase trabajadora está en riesgo. Hoy pagamos, en algunos casos, hasta 40 por ciento de lo que ganamos en impuestos. Nos lo quitan sólo por el hecho de trabajar. ¿Y qué obtenemos? Absolutamente nada.
No hay infraestructura, no hay medicamentos. Entonces, ¿a dónde se va nuestro dinero? Pues es claro: a todo el abanico de programas sociales que tiene Morena. Trabajamos ya no para nuestras familias, sino para que el régimen se haga de adeptos que disfrutan del dinero fácil.
Nos toparon las utilidades. Ahora la ley nos limita y sólo podemos recibir 90 días de salario por este concepto. Modificaron la ley laboral para que las y los trabajadores ganáramos menos. Este concepto era el ingreso más fuerte que teníamos en el año. Pasaron por encima de nuestros derechos, violaron la Constitución y todavía dicen que nos están apoyando. ¿Así o más mentirosos?
Ahora, con este Gobierno, tampoco podemos ganar más por horas extras: prácticamente nos las quitaron. ¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué nos están condenando a vivir limitados, a no progresar, a no poder aspirar a vivir más dignamente? ¿Acaso quieren que también dependamos de los programas sociales?
Modificaron la Ley del Infonavit para quedarse con 2.6 billones de pesos provenientes de los ahorros de nuestras subcuentas de vivienda. Dinero que provenía del 5 por ciento de nuestro salario integral. Ni nos preguntaron: de la nada, los legisladores de Morena echaron mano de lo que no es suyo. Lo peor es que la opacidad con la que se mueven es tal, que ni siquiera nos rendirán cuentas.
También se quedaron con el dinero de las Afores de las y los trabajadores mayores de 70 años para crear su Fondo de Pensiones para el Bienestar. ¿Acaso les preguntaron? ¿Les consultaron? Por supuesto que no. Fue un total abuso de poder. ¿Qué se sabe de esos fondos? Lo mismo que en los otros casos: nada. El objetivo es sacar dinero de donde sea.
Se hicieron aliados de dirigentes charros y corruptos, que la deben, para que a cambio de pasar por alto sus delitos sigan agraviando a las y los trabajadores. Nos impusieron, con Napillo, las llamadas vacaciones dignas, que no son otra cosa que sesgar nuestro ingreso. Nos pagan los días de vacaciones, sí, pero no cuentan para el aguinaldo, para el reparto de utilidades ni para otros conceptos que engrosan el salario.
El minero y la minera del Frente están vivos, y no nos importa ser los únicos en este país que levantamos la voz. No será la primera vez que nos oponemos firmemente a los abusos. No podemos seguir permitiendo robos disfrazados de ayuda.
Si los otros supuestos líderes sindicales están mudos, sordos y ciegos, nosotros no. El propio Gobierno sabe que en el Frente no estamos de acuerdo con estas políticas, y también sabe que no nos callamos.
El próximo 28 de octubre conmemoraremos XV años de lucha y resistencia, y lo haremos con una gran marcha. Nuestras secciones, nuestras familias, saldremos a las principales plazas a ser vistos y escuchados, a decir: ¡Basta de tanto abuso, basta de tanto robo, basta de sus engaños!
Las y los mineros no nos callaremos.
@CarlosPavonC
