Les confieso que se siente rarísimo conocer a alguien cuando has hablado tanto de él y, para ser sincera, bastante mal. Si pienso en Colate me acuerdo de que le pidió pensión a Paulina Rubio y es ella quien le da una mensualidad y no él, aunque ahora me explicó su situación y dice que le hemos pegado más de lo necesario.

 

Nicolás Vallejo Nájera, mejor conocido como Colate, nos dijo que él se puso ese sobrenombre a los dos años. Un día llegó con sus papás y les dijo que se quería llamar así, no saben cómo se le ocurrió o de donde lo inventó, pero desde entonces fue su apodo.

 

De hecho, hay un personaje llamado Colate en Hoy no me puedo levantar y Nacho Cano le puso así en su honor, como una especie de homenaje por la amistad que tienen.

 

columna colate

 

Platiqué con Nicolás y es un hombre muy simpático y ahora ustedes lo comprobarán en el programa Baila si puedes.

 

Él reconoce que no sabe bailar, pero intentará hacer su mejor esfuerzo, aclara que él ya se dedicaba a la televisión desde antes de conocer a Paulina Rubio y sabe que en México no lo quieren por todo lo que ha trascendido en los medios a raíz de su divorcio.

 

La única manera de sobrevivir a tantos chismes fue no escucharlos, Colate dice que por fortuna no vive en México y no estaba al tanto de todo lo que sucedía, aunque sabe que se ha dicho todo de él; por eso, lo de menos será que lo critiquen por bailar mal.

 

Nicolás dice que las cosas no han sido como Paulina las ha dado a conocer, pues desde el principio del pleito se hizo un acuerdo económico y se divorciaron legalmente, y lo demás han sido puras habladurías y ataques sin sentido, pues si Paulina quisiera podrían hacer las paces por el bien del hijo que tienen en común.

 

Nicolás dice que Andrea Nicolás es un niño encantador y que tienen una buena relación, al nene le gusta ver a su papá en la televisión y no ha podido traerlo a México porque Paulina no quiere y hace las cosas cada vez más difíciles, pues él afirma de manera contundente que está dispuesto a una tregua.

 

En fin, siempre hay que escuchar las dos partes, porque uno nunca puede inclinarse hacia un sólo lado pues la verdad está formada por las dos mitades de la historia.

 

Hay más... pero hasta ahí les cuento.

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