Ya era hora de que el secretario de Gobernación les recordara a los integrantes de la  “Familia Burrón” que gobernaron este país el sexenio pasado, la herencia que dejaron en materia de inseguridad, corrupción, desempleo, miseria y otras lacras.

 

Y es que envalentonados por las victorias que obtuvieron en las elecciones del 5 de junio pasado, los émulos de Regino Burrón y Borola Tacuche, quienes sueñan con regresar a Los Pinos en 2018, andan presumiendo en cuanto foro y entrevistas se presentan, incluyendo las de banqueta, que ellos fueron honestos, que dejaron buenos resultados económicos, políticos y sociales; que trabajaron por el país y otras mentiras. Y con ese cinismo acusan al presidente Enrique Peña Nieto de haber fallado enormemente en términos de ética, de corrupción, de falta de autoridad moral, de poner orden y de aplicar la ley.

 

Obviamente no recuerdan “Los Burrón”, el sexenio de los más de 100 mil muertos en la llamada, por ellos mismos, “guerra contra la delincuencia organizada y desorganizada”, que perdieron, claro. Más allá del número de muertos estrictamente ligados a la lucha contra el narcotráfico, crecieron en su administración auténticas industrias de secuestro, extorsión, prostitución, tráfico de personas y órganos. Se le olvidó también a esa “bonita famiglia” que la corrupción que hoy critican, ellos también la promovieron, y hasta dejaron un monumento para que la sociedad la recordara por esos actos: la “Estela de Luz” y otras obritas donde la transa, los cochupos, las pillerías… brillaron.

 

Fueron incontables y muy costosos los asuntos en que Calderón cometió errores en su fallida y abiertamente fracasada administración, que millones de mexicanos ya juzgaron. Y nadie puede negar que dejó una herencia envenenada a su sucesor.

 

De ahí, pues, la respuesta del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a la señora Margarita Zavala, quien junto con su esposo ya se ve en Los Pinos para 2018: “No es postulándose para una responsabilidad tan importante sólo viéndolo de frente, cuando ya se tuvo la oportunidad de trabajar en favor de México y que los resultados a la vista no fueron satisfactorios en un gobierno en el que ella participó”.

 

¡Tómenla, émulos de Regino y Borola!

 

Agenda previa

 

El subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, insiste en seguir la estrategia que le enseñó su tocayo, Miguel el Piojo Herrera, de convertir las derrotas en triunfos. Ahora aquél quiere hacerle creer a la población que el aumento de los precios de los energéticos (gasolinas, diésel, luz, gas), que decretó la dependencia a partir del 1 de agosto pasado, no son aumentos, sino reducciones.

 

A pesar del trancazo que le pusieron a la población con el aumento de 56 centavos por litro para la Magna; 44 centavos para la Premium y 21 centavitos para el diésel, el Piojo Herrera, perdón, el subsecretario Messmacher declaró: “Cabe hacer notar que durante el periodo enero-agosto, los precios promedio de las gasolinas Magna y Premium, y del diésel, continúan siendo menores al observado en 2015 en 2.1%, 1.8% y 2.8%, respectivamente”.

 

¡Ni la burla perdonas, Miguel! Le grita el respetable.

 

Extasiado después de esa serie de machincuepas, Messmacher le pasó el balón al H. Congreso de la Unión diciendo, palabras más, palabras menos: “Ahí aprobaron que los precios máximos de los combustibles en México podrían  moverse por la banda derecha, incursionar en el área y meterle otro madrazo en forma de gasolinazo a la población”.

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