¿Cuál fue el “invento” de los dinosaurios priistas del siglo XX que parecen haber olvidado sus ensoberbecidos herederos actuales? Estructura, es-truc-tu-ra, y la forma de lograrla recibe el bonito nombre de organización, or-ga-ni-za-ción.

 

De manera pues que en las 13 entidades donde habrá elección el próximo domingo, la estructura que haya construido el PRI en cada uno de esos estados estará a prueba; y de lo sólida o débil que sea dependerá el triunfo o el fracaso. No necesariamente ganarán los candidatos y candidatas que se hayan lanzado más inmundicia, apuntan los observadores; ni quienes le hayan metido más lana a las despensas o a la compra de votos o los que hayan presentado el mayor número de propuestas, sino la operación política.

 

Desde el arranque de las campañas –hace dos meses– se observó que en algunas de las 13 plazas, la estructura estaba medio desvencijada, y por más refuerzos que le metieron no lograron enderezarla. En dos que tres casos el candidato o la candidata creyeron, en un principio, que ellos podían solitos organizar a las bases y no se dejaron ayudar. Pero cuando se dieron cuenta que su contrincante los tenía “en la lona”, lanzaron un SOS al “Jefe de Jefes”. Aunque al parecer ya era tarde, aquél no se negó a darles respiración de boca a boca para tratar de resucitarlos y meterlos a la pelea.

 

En los últimos días hemos visto cómo Manlio Fabio Beltrones ha tenido que salir a hablar bien y bonito de todos los candidatos y candidatas de su partido, aunque algunos de ellos sean impresentables.

 

Llama la atención de los observadores que en varios casos Beltrones defienda lo indefendible, argumentando que ha encontrado en muchos estados una enorme misoginia, no chica, no grande, e-nor-me. “No se imaginan la manera tan mala como han tratado a las candidatas”, dijo sorprendido y preocupado. En Puebla, a Blanca Alcalá las ofensas que le han hecho, la manera como la han estado vigilando, espiando, hostigando; la manera en que no le permiten realizar sus reuniones y otras cosas horribles que le han hecho a Blanquita. Y en Aguascalientes a la “Seño Lore” (la mejor candidata, según él) la han agredido de una manera que sólo explica odio hacia las mujeres, denunció.

 

Casualmente, a ese par de respetables damitas sus contrincantes políticos (con la ayuda de los misóginos gobernadores) les están dando “hasta por debajo de la lengua”, según los informes de las casas de apuestas.

 

¿Y qué me dices, Manlio, de los casos de homofobia en Hidalgo?, le preguntan. No, pus eso sí está ca… nijo, pareció responder.

 

En Quintana Roo, todos le quisieron picar los ojos y hacerle “manita de puerco” al candidato Mauricio Góngora del PRI-PVEM-Panal. Carlos Joaquín, “el Descuartizador”, montó un bonito espectáculo con “la Corcholata” (uno de sus apoyadores que siempre anda pegado a la botella, dicen los malosos), pero ahí sí no funcionó la campaña negra.

 

Afortunadamente, “la madre despiadada de todos los procesos electorales” (Miguel Osorio Chong dixit), por toda la inmundicia que se aventaron, acota el columnista, concluirá el domingo. ¡El lunes iniciará otro espectáculo picante y divertido!

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