Dentro y fuera del PRI, no pocos se preguntan si tendrá Enrique Peña Nieto un plan A, B, C para 2018.
¿Cree el Presidente que va a ganar el PRI? ¿Se la va a jugar por ahí? ¿Tiene candidato? ¿Es ése su escenario A?
¿O piensa que va a perder? ¿Es ése su escenario B?
¿Se está preparando Peña Nieto para entregar el poder a otro partido? ¿A eso se deben algunos de los movimientos que está realizando (el de Raúl Cervantes en la PGR con vistas a que permanezca como fiscal general y el blindaje en el Tribunal Electoral).
Éstas son las preguntas-planteamientos que escuchamos reiteradamente en las mesas políticas a últimas fechas.
Las respuestas al respecto son diversas. Pero una comienza a destacar sobre las otras. Viene en este sentido:
-Peña Nieto piensa todavía que el PRI puede ganar la elección presidencial –sigue defendiendo esa posibilidad–, pero también está jugando con otras cartas en caso de que la derrota del tricolor se haga patente más adelante.
En el primer escenario –pensando que el PRI pudiera ganar–, no queda claro ahora, caído Luis Videgaray, quién pudiera ser el candidato de Peña. ¿José Antonio Meade, Eruviel Ávila, Aurelio Nuño, José Narro?
¿El favorito de los priistas, Miguel Ángel Osorio Chong, podría imponerse como candidato? ¿Lo ayudaría a ganar Peña o lo dejaría abandonado a su suerte, como hizo Ernesto Zedillo con Francisco Labastida?
¿Será factor Manlio Fabio Beltrones para la gran decisión? ¿Hacia dónde apuntará y aplicará el sonorense su capacidad política?
Las dudas surgen a cada paso. Entre más a fondo escudriñan, más oscuro asoma el panorama.
Pasemos al escenario B: una derrota inevitable del PRI.
Según algunos analistas con los que hemos conversado, Peña Nieto ve en el ex priista Rafael Moreno Valle, actual gobernador de Puebla, la carta a jugar desde las siglas de Acción Nacional.
Es su caballo de Troya. De ahí, apuntan, el apoyo que le han dado en este gobierno. Y de ahí, también, el empeño que han puesto en sacar de la jugada, a como dé lugar, a Ricardo Anaya.
¿Que Margarita Zavala podría salir beneficiada y convertirse en la candidata del PAN? Sí, efectivamente. En Los Pinos no le hacen ni tantito el feo a que “la Calderona” pueda ser la candidata del PAN.
En ese caso, prevén dos posibilidades:
-Que se reedite el repudio al gobierno de Felipe Calderón, en cuyo caso Acción Nacional podría volver al tercer lugar (los priistas se ven en primero y Morena, en segundo, en este caso).
-O, bien, que Margarita gane; y renegociar entonces “el Pacto” de entrega del poder, tal como lo hubo entre Calderón y Peña en 2012.
Esto es lo que se desgrana en las charlas políticas.
Pero algo es de llamar la atención, sobre todo proviniendo de los propios priistas: las dudas que les asaltan sobre el actuar de su mandatario rumbo a la elección presidencial.
GEMAS. El senador Juan Carlos Romero Hicks será uno de los galardonados por la ANUIES con el premio 2016 en la categoría de Trayectoria y Contribución al Desarrollo de la Educación Superior en México.