Los filósofos inventaron las preguntas. Sin ellas la vida carecería de atributos. El filósofo francés Eric Sadin planteó la siguiente pregunta en la edición del jueves del periódico Le Monde: ¿Qué ha provocado que el entorno libertario de internet que existió en sus inicios, ahora se haya convertido en una zona de sospecha? El mismo Sadin responde que la alianza entre las empresas con el ejército u organismos de seguridad detonó el problema que hoy aqueja a la red. El tema no es menor porque será difícil regresar 10 años atrás cuando el ecosistema de la red era transparente y los grados de libertad elevados.

 

Hace tres o cuatro años, el pintor mexicano Arturo Rivera me compartió su sorpresa y enojo por las que Facebook le había “bajado” de su cuenta la famosa pintura “El origen del mundo” de Courbet. Arturo se maravilló, al mismo tiempo, de la eficiente censura de la red amiga. Al mismo tiempo, enfurecido, recurrió a la narrativa de la moral puritana que no logra encontrar una clara frontera entre el arte y la pornografía. Arturo, ingenuamente, piensa que Facebook tiene una enorme sala de censura con miles de personas alrededor de un call center.

 

La realidad es diferente; los robots suelen ser más eficientes que sus creadores, pero también son anti estéticos. Quentin Tarantino se estará dando de golpes en la cabeza al conocer que la mega productora de imágenes, YouTube decidió bajar las imágenes de violencia. Es decir, no aparecerán los helicópteros Apache apuntando a periodistas. Los productores de violencia SA de CV tendrán que dedicarse a otra chamba. El problema es que la prohibición es el principal incentivo para sortearla. Paradojas de vida o berrinches del espectáculo en el que vive el ser humano.

 

Pero regresando a la pregunta formulada por Sadin, lo que ha sucedido en la última década no ha sido totalmente asimilado. En varias ocasiones he mencionado los casos de Assange y Snowden; en algunos países son considerados como terroristas por haber compartido información con células de asesinos. En otros países la pareja es tratada como héroes de la globalización. Sadin, en su artículo Après Prism, à l’Europe de créer un Web 3.0 responsable menciona que el legado de todo lo que ha sucedido durante la última década, desde el Patriot Act hasta Snowden, ha generado una conciencia entre la población global.

 

Si en su primer gobierno del presidente Obama, las externalidades positivas y negativas de las primaveras árabes se convirtieron en un referente toral para la Secretaria de Estado, hoy lo es internet. Sadin escribe sobre la urgente tarea que tiene Europa por desarrollar una Web responsable. Arturo Rivera no estaría de acuerdo en introducir la palabra “responsable”. Es un posible antídoto de baja intensidad en contra de la libertad.

 

Lo interesante de internet, el de hace 10 años, es que hacía las veces de un espejo de cerebros. Así lo fue Twitter en su momento. Ahora ya no lo es. Y no lo es porque al parecer, la libertad individual es decodificada por la metalibertad.

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