Francisco Diez Marina Palacios
La migración se ha convertido en uno de los principales fenómenos de estudio a nivel internacional, puesto que la última década estuvo marcada por un incremento significativo en los flujos migratorios. Por este motivo, la integración de los inmigrantes en países receptores ha sido un tema central en la agenda de los gobiernos. Ahora bien, la pandemia de Covid-19 frenó los avances en la materia derivado de las restricciones a la movilidad, pero la crisis sigue presente.
De acuerdo con el Panorama de la Migración Internacional 2020, elaborado por la OCDE, la emergencia sanitaria produjo un impacto sin precedentes en la migración. Previo a la pandemia, en 2019, los flujos migratorios a los países de la OCDE aumentaron a 5.3 millones. Sin embargo, en el reciente informe (2021), dicho organismo reporta que los flujos se redujeron por encima de 30% en 2020, alrededor de 3.7 millones —el nivel más bajo desde 2003—.
A causa de la crisis humanitaria en diferentes naciones, la migración resultó severamente afectada, especialmente hacia Estados Unidos y Canadá; mientras que la migración laboral y la libre movilidad disminuyeron cerca de 24% y 17%, respectivamente. Por su parte, la migración de trabajadores temporales cayó de manera drástica (58%). Destaca que la migración familiar fue la que más decreció.
Asimismo, el documento revela que los migrantes están concentrados en zonas urbanas. Otro dato llamativo es que las mujeres representan más de la mitad de los inmigrantes residentes en la mayoría de los países de la OCDE: Canadá (52.4%), Estados Unidos (51.3%), Reino Unido (52.1%), Francia (51.9%), Italia (53.7%), por mencionar algunos. Respecto a la brecha en la tasa de desempleo entre los migrantes y los nativos, ésta es de más de 3 puntos porcentuales.
Cabe señalar que al inicio de la pandemia, casi todos los países de la OCDE limitaron la entrada a extranjeros —cerrando sus fronteras—. La expedición de nuevas visas y permisos se desplomó 72% en el segundo semestre de 2020.
La OCDE ha apuntado que los gobiernos deberán concentrar sus esfuerzos en la integración, a fin de que los migrantes se inserten con mayores facilidades en la dinámica económica y social. “La migración seguirá siendo importante para el crecimiento económico y la innovación, así como para responder a los mercados laborales rápidamente cambiantes”, sostuvo Ángel Gurría, exsecretario general de la OCDE.
En distintos países de la OCDE los inmigrantes conforman más de un tercio de la fuerza laboral en sectores clave, tales como: transporte, limpieza, elaboración de alimentos y servicios de las tecnologías de la información. No obstante, la coyuntura los obliga a enfrentarse a un mercado laboral cada vez más complejo. Igualmente, sufren otras vulnerabilidades asociadas a la falta de vivienda y una situación de pobreza alarmante.
La hoja de ruta de cara a los próximos años indica que los tomadores de decisiones deberán formular políticas de integración enfocadas en la atención a la migración como un eje rector para el desarrollo compartido.
¿O será otra de las cosas que no hacemos?
Consultor y profesor universitario
Twitter: Petaco10marina
Facebook: Petaco Diez Marina
Instagram: Petaco10marina
