La propuesta de Miguel Ángel Mancera de usar el silbato de seguridad como un elemento adicional para lanzar una señal de alerta de abuso sexual en las calles y el transporte público –surgida de varias organizaciones femeninas--, ha sido  cuestionada y duramente criticada. Pero algunos observadores políticos  preguntan: ¿por qué el escarnio, si esta medida se aplica desde hace años con éxito en varias ciudades de México, Estados Unidos, Europa y de otros continentes?

 

Mancera ha declarado que el silbato es una herramienta, que es parte de muchas acciones que se harán para garantizar una vida libre de violencia para las mujeres en la calle y el transporte; que el  Unicef y organismos internacionales lo recomendaron para alertar de casos de violencia sexual, psicológica y física.

 

Un breve recuento: en 2014, la jefa delegacional en Tlalpan entregó silbatos de alerta a mujeres que practican ejercicio en el bosque de Tlalpan. En Reynosa, Tamaulipas, su uso alerta contra el robo de infantes. En el Estado de México, la Red Violeta distribuyó material jurídico y silbatos para prevenir y erradicar la violencia contra el sector femenino. Familias en Acción por Colima convocó, en redes sociales, a la sociedad en general portarlo cuando salga de sus hogares, y  funciona como un mecanismo de auxilio. En Monterrey, las mujeres de las colonias Vistas del Río y Terranova se organizaron para cuidarse entre ellas, utilizando silbatos para pedir auxilio. En Iguala, Guerrero, la ocarina se utiliza para disminuir los hechos delictivos. En Guadalajara, estudiantes de la preparatoria 20 implementaron la forma de auxiliarse entre ellos con el multicitado instrumento.

 

La lista de ciudades tanto en México como en el mundo, donde se utiliza el silbato para advertir el peligro, es amplia, por eso la pregunta de los susodichos observadores.

 

Y ya que nos referimos al jefe de Gobierno de la “city”, éste se encuentra en Francia para participar en la semana de América Latina y el Caribe, invitado por el presidente François Hollande. Lo acompaña Luis Serna, el “mancerista number one”, hombre de toda la confianza de Mancera, quien toma decisiones en situaciones difíciles y es el negociador con partidos políticos, empresarios y ciudadanos.

 

Agenda previa

 

Si hubiera sido pelea de box, los jueces habrían detenido la “paliza” que Mauricio Góngora, del PRI-PVEM-PANAL, le puso a Carlos Joaquín, del PAN-PRD, desde el arranque del debate de los candidatos para la gubernatura de Quintana Roo. El ex secretario de Turismo de la entidad nunca pudo explicar su relación con algunos dueños de “lavanderías”, y mucho menos el manejo transparente de sus finanzas y riqueza.

 

Góngora esquivó algunos “golpes bajos” y no permitió que su contrincante lo llevara a las cuerdas. Con mejor estrategia, tiró buenos “jabs”, como propuestas para consolidar la promoción turística e incrementar la inversión en ése y otros ramos; facilidades para abrir negocios, la generación de empleos y el fortalecimiento de la seguridad. Después del combate-debate, los jueces confirmaron los 10 puntos arriba en las preferencias electorales que le otorgan a Mauricio Góngora las casas de apuestas.

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