Muy mal cayó en el Gobierno de la Ciudad de México el hecho de que, sin explicación alguna, el Comité Organizador del premio Giuseppe Sciacca, lo eliminara de la lista tan sólo dos horas antes de la ceremonia.

 

Los organizadores no dieron siquiera una explicación sobre el porqué de su decisión.

 

Semanas atrás, el gobierno encabezado por Miguel Ángel Mancera fue informado que su administración había sido reconocida con dicho premio por el programa El Médico en Tu Casa, replicado ya en varios estados y hasta en varios países.

 

Como Mancera no podía acudir a recibir el galardón, en su lugar fue enviado el secretario de Salud del Gobierno de la capital, Armando Ahued, quien finalmente no estuvo en la ceremonia de premiación porque fue avisado dos horas antes que el reconocimiento había sido retirado.

 

Así nada más.

 

El Gobierno de la Ciudad espera una explicación y, además, una disculpa pública por parte de los organizadores.

 

Pero también, Mancera y su equipo saben que la decisión pudo ser impulsada desde México.

 

Seguramente el jefe de Gobierno ya sabe de dónde y de quién provino la llamada a los organizadores del evento y cuya finalidad parece ser mostrar un rompimiento entre la CDMX y el Vaticano.

 

Lo cierto es que hace unos días, Mancera envió una carta de agradecimiento al Papa “por su cercanía con la ciudad’’ después de los sismos de septiembre.

 

Es decir, que por ahí no va la cosa, sino un poco más abajo.

 

El asunto, desde luego, pinta mal, quizá color púrpura.

 

¿Eso le dice algo?

 

 

 

Hace unos días fueron vistos desayunando en un conocido restaurante Margarita Zavala y Manuel Espino, ex presidente del PAN al que el grupo calderonista le hizo la vida imposible.

 

Pues bien, en esa reunión, Zavala le pidió a Espino el apoyo de la organización que encabeza el hoy diputado federal denominada Ruta Cinco, que es algo así como la continuidad de aquel movimiento llamado Volver a Empezar, para la recolección de firmas en apoyo a su aspiración presidencial.

 

Ruta Cinco, de acuerdo con Espino, es una organización de organizaciones que no apoya a partidos políticos, sino a candidatos, independientemente del partido al que pertenezcan.

 

Literalmente, Espino bateó a Zavala –y por lo que el grupo del ex presidente Calderón le hizo-, porque básicamente la señora no es candidata, sino precandidata.

 

Y aunque suena a pretexto, lo cierto es que Espino se dio el lujo de vivir ese viejo dicho de que “la venganza se sirve fría’’.

 

Ni modo.

 

 

 

Después de semanas de especulaciones y debates, Ricardo Monreal Ávila anunció ayer que se mantendrá como delegado en Cuauhtémoc, pero no definió su futuro político.

 

A lo mejor ni falta que hace porque el anuncio lo hizo precisamente después de reunirse con Andrés Manuel López Obrador, en un tramo del viaje del tabasqueño de Querétaro a San Luis Potosí.

 

¿Qué le ofreció el tabasqueño y qué fue lo que aceptó el zacatecano? Lo sabremos en las próximas semanas.

 

Pero no se va.

 

 

 

El viernes pasado le comentamos en este espacio de la denuncia que hizo un grupo de senadores y activistas, incluido el propio Cuauhtémoc Cárdenas, en contra del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, por su “persecución’’ al rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Alejandro Vera.

 

Ese mismo día, un juez libró una orden de aprehensión en contra del rector y su esposa, María Elena Ávila, por el delito de enriquecimiento ilícito.

 

Ayer, el personal docente y administrativo de la universidad realizó una manifestación en apoyo a Vera.

 

Como lo dijimos el viernes, ese asunto va a terminar muy mal.