La Conferencia del Episcopado Mexicano tiene un informe: “Michoacán”. En él detalla quiénes, cómo, cuándo se han cometido abusos, quiénes integran las pandillas y los diferentes grupos, los intereses y los excesos a los que están llegando, además de nombres de funcionarios de gobierno a los que ha detectado que están vinculados con las diferentes grupos extremos, aun de autodefensa.
También hay documentos de Miguel Patiño Velázquez y de Javier Navarro Rodríguez, obispos de Apatzingán y Zamora en los que hacen la radiografía del la situación michoacana. Si en efecto funcionan los sistemas de inteligencia del gobierno mexicano, ya tendrán detectado el punto de cruz de la situación michoacana: ¿será?
Por su parte, empresarios michoacanos están furiosos. Han buscado al presidente Peña Nieto y al secretario de Gobernación para externarles el estado que guarda su sector y la crisis económica indiscutible ahí. Tienen informes que quieren trasladarles. Quieren exigir que se ponga orden ahí…
…Como el correo de un michoacano a su paisano en Estados Unidos: “no te preocupes, aquí todo está igual… levantones, muertos todos los días, cierres de carreteras, incendio de gasolineras, balaceras sobre todo en Tierra Caliente…
“…Funcionarios coludidos con los violentos, invasiones de tierras, peleas por límites en comunidades indígenas, cadáveres aquí o allá; apagones, pago de cuotas, enfrentamiento entre grupos del crimen organizado, comunitarios armados hasta las cachas, narcotráfico, la mala educación y la Chole que ya regresó a la casa…Todo igual… No te preocupes…”
Con todo eso, ‘Aquí no pasa nada’ dijo el martes el reinstalado gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo (23-X-13) y que eso de la ‘desaparición de poderes’ es una locura panista –dice-; y que ahí no hay un Estado fallido y que ni la violencia ni la ingobernabilidad han abordado a la entidad’…
A lo mejor al señor Vallejo se equivocó porque piensa que gobierna Suiza o Finlandia…
En Michoacán la Tierra Caliente está más caliente que nunca y la vida ahí ‘no es vida’, dicen quienes han tenido que huir de un estado de guerra en una extensión de aproximadamente 10,483 km2 de los 58.585 de la entidad y, muy centrada en 10 de sus 113 municipios.
El gobierno federal está más que preocupado por los extremos a los que se ha llegado ahí: no sólo porque el operativo prometido para salvar a Michoacán el 21 de mayo pasado ha sido un ‘operativo fallido’, sino también porque el mismo Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha hablado ya en forma reiterada con el gobernador que insiste en ser gobernador a pesar de su visible estado de salud, para conocer si aun tiene piernas de jinete para seguir o da paso a un proceso electoral que, dadas las actuales circunstancias, agravaría aun más la situación ahí…
El problema que es de origen social ahora es un problema político en el que todas las corrientes avientan la piedra y esconden la mano: unos, como los panistas, para demostrar la incapacidad priísta para gobernar: quieren gobernar ahí; los perredistas para exhibir debilidad de gobierno en contraste con el gobernador perredista Godoy y con la ambición de recuperar el poder…
El PRI está forzando la situación para evitar el trago amargo de unas elecciones extraordinarias en donde nadie saldría ganando al gobernar a un ‘estado fallido’ –lo que no aceptan- y, por eso no admiten la propuesta panista de la ‘desaparición de poderes’, la misma ‘desaparición de poderes’ que no pidieron cuando era presidente de México, el michoacano Felipe Calderón, que mandó ahí a 7 mil efectivos para combatir a los maloras en situación extremadamente crítica.
Y si al problema se le quiere atender en su sentido político, en ese espacio buscan una salida urgente. Por lo pronto continúan los operativos ya utilizados de intervención militar y policiaca federal.
También es cierto que el resto de la entidad sigue su vida, aun en vilo. Les preocupa que el problema focalizado en la Tierra Caliente se extienda de forma trágica a todo Michoacán y aunque ya algunos municipios han sido tocados y en casi toda la entidad hay pandillas de delincuentes exigen derecho de piso, el estado de guerra no es generalizado y no quieren que ocurra…
De ahí que se preocupan por la ingobernabilidad estatal y las posibilidades reales de que el gobernador Vallejo pueda tomar el control político y administrativo de la entidad, sobre todo porque muchos adivinan un estado frágil de su salud, lo que repercute en la precariedad política de Michoacán.
Por lo pronto hay una, digamos, coincidencia en lo dicho por Los Caballeros Templarios el 9 de octubre pasado y lo que dijo el gobernador Vallejo el 29 de octubre a 24 Horas: “es el Cártel de Jalisco Nueva Generación el que arma a guardias comunitarias”. Otro frente, pues.