La probabilidad es la ciencia de la inteligencia, y el sentido común es la aportación de la probabilidad. @MileyCyrus es producto del big data, el nuevo emperador de Sillicon Valley. Sus 15 millones de Humbert Humbert (personaje de la novela Lolita, de Navokov) se recrean con las huellas que va dejando la Lolita aburrida. Cuando sale de Twitter, @MileyCyrus se convierte en el holograma explosivo de moda de la marca MTV. Desde que la imagen de Madonna tenía, probablemente, 15 años, MTV irrumpió con una enorme aportación a la cultura global: el mainstream, o si se prefiere, el trending topic: el único estatus de vida al que Guy Debord logró profetizar hace ya 45 años.
Todo indica que Miami (sede de MTV Latinoamérica) y Nueva York (sede de MTV EU) le pasaron la estafeta a Sillicon Valley hace ya algunos años. Las autopistas tecnológicas (plataformas) devoran al mundo del espectáculo. Algo más, logran convertir al anónimo en rey; a la oclocracia en sofocracia; a la auto motivación en filosofía de vida a través de las redes sociales. Pases mágicos de nuestra época.
@MileyCyrus dejó por segundos las redes para subirse a la pasarela de los premios MTV Europa; si big data le dice a Cyrus que la entrega de premios ocurre en Amsterdam, Cyrus atiende a las tácticas de sus estrategas para subir al escenario con un porro, probablemente de marihuana, y con una bolsa Chanel. Ojo, aquí la nueva información de big data: la probabilidad de que sean correlacionadas la marihuana con la marca Chanel existe (la desconozco) pero de ella se podría conformar una hipótesis en la que la elasticidad precio de una bolsa Chanel varí de acuerdo a la oferta de marihuana en el mercado global.
Big data nos dice que esa correlación no es nueva. De hecho, la historia y a fue llevada a la pantalla hollywoodense.
Sofia Coppola logró convencer a Emma Watson para dar vida a las heroicas historias de Vanity Fair. Bajo un guion surgido del big data, Coppola correlacionó la demanda de bolsas Louis Vuitton por parte de las estrellas de las relaciones públicas kitsch.
¿Pero qué diablos es big data? Cuando pensamos que The Washington Post se convertirá en el periódico más inteligente seguramente lo hacemos porque el algoritmo de Amazon, que es el más inteligente del mercado (one clic), le aplicará poco a poco lo que Cortázar llevó a su mundo de cuentos la famosa Casa tomada. En este caso lo llamaríamos La redacción tomada. Muy pronto, cuando nosotros leamos a las 6 de la mañana el ejemplar de The Washington Post, él, el ejemplar, ya nos habrá leído a nosotros. Así lo hace la policía de Los Angeles, desde muy temprano conoce la zona donde se cometerán más delitos. Simple minería de datos. Lo mismo pasa con Walmart: conoce que la gente, ante la alerta de huracanes, tiene la costumbre de comprar cantidades industriales de galletas Pop-Tarts de Kellogs.
Lo mismo sucede con @MileyCyrus, sus estrategas de redes sociales conocen las reacciones de sus fans: la generación Lolita Aburrida. Demografía cuyos incentivos de divertimento son representados por la historia de Coppola basada en la expresión real de: “los sospechosos (del robo) llevaban Louisboutins” (Vanity Fair),o si se prefiere, Bling Ring (película de Coppola). Y lo que sucedió es que el fanatismo mutó en aburrimiento permanente. Para vencerlo, según los integrantes de la banda de los bolsos louisboutins, es necesario experimentar lo que siente parís Hilton al calzar sus propios zapatos. La única vía, el robo.
Paris Hilton, Lindsay Lohan, Adrina Patridge y Megan Fox, entre otras, se percataron que la imagen vale más las palabras en el siglo XXI. Ahora, @MileyCyrus se une a su grupo. Más allá de la calidad de sus canciones, su holograma de Lolita se vende exitosamente aún cuando su storytelling sea un refrito voluntario.
Detrás del big data se encuentran las correlaciones de la industria del deseo eclipsado por el sexo. Si la distancia del sexo se mide por la velocidad de los clics (durante la posmodernidad el zapping hacía las veces de clics), entonces la arquitectura del mundo del espectáculo se encarga de construir iconos arrobados: @MileyCyrus. Así lo entienden sus 15 millones de seguidores Humbert Humbert.