En lo que va del 2022, los mercados accionarios estadounidenses vienen registrando rendimientos negativos que van desde un 6.2% del Dow Jones hasta un 13.4% en el Nasdaq y estando el S&P500 con un ajuste del -8.8% hasta el cierre de este pasado viernes 18. Las cosas parecen complicarse más en el corto plazo.

En lo general, la inflación empezó a ser el primer “monstruo” para este año generando un cambio radical en el sentimiento de funcionarios de la FED. La economía viene mostrando fortaleza con una solidez en el empleo, lo que ha llevado a modificar el escenario hacia un “control de la inflación” más agresiva. Lo que es urgente sin duda, es que terminen con la compra de activos.

Esa compra de bonos del tesoro y bonos respaldados por hipotecas ha uno de los grandes causantes de la inflación junto con unas cadenas de suministros quebrantadas por el cambio brusco de oferta y demanda en el 2020 y 2021 ante los cierres y reaperturas de las economías, buscando el control de la pandemia.

En la medida de que la FED reduzca este exceso de liquidez, la inflación irá cediendo terreno y deberá de estar acompañado por un aumento en el nivel de las tasas de interés para encarecer un poco el costo del dinero. Se estiman ya alrededor de 125 a 150 puntos base el aumento a lo largo del 2022 con alzas en algunos momentos de 25 y otros de 50 puntos base y otro tanto más para el 2023.

El segundo “monstruo” que además ha venido afectando el movimiento de alza adicional en los precios de materias primas, es la aversión al riesgo de Rusia – Ucrania. Los precios del petróleo se han incrementado hasta el momento en este 2022, de 21 a 22% en el caso del WTI y el Brent del Mar del Norte, presionando aumentos en los precios del gas y la gasolina en 18 y 21% respectivamente.

Después de Crimea, Europa y los Estados Unidos están cuidando mucho la condición de Rusia, que retomando su historia y la conveniencia del dominio energético en Europa, busca momentos oportunos que le ayuden a recuperar territorios como el caso de Ucrania. La posibilidad de que la Otán acepte a Ucrania y otros países ex Unión Soviética ha generado esta respuesta de Vladimir Putin y la constante amenaza de invasión.

Pero hablar de una guerra en momentos actuales de gran tecnología, parece ser más complicada que tener a soldados militares en las fronteras de ambos países. Por ello, parece ser que la única salida “lógica” será a través de acuerdos diplomáticos. Sin embargo, Joe Biden y los demócratas se juegan su futuro en las elecciones de noviembre próximo y presionan el manejo de una política exterior de liderazgo. Los niveles de aprobación son sumamente bajos para Biden y el Congreso dominado por demócratas, que han mostrado una parálisis por la falta de acuerdos.

Rusia y Bielorrusia siguen haciendo ejercicios militares cerca de la frontera con Ucrania. Joe Biden convoca al Consejo de Seguridad Nacional ante el riesgo de una invasión en cualquier momento. Esta semana se reunirán funcionarios de seguridad de Rusia y Estados Unidos en un último intento de dar una salida diplomática y que Rusia “cancele su intento de invasión”. En su caso, habrá decisiones económicas muy perjudiciales para Rusia pero también para Europa y el mundo en lo que respecta a precios energéticos, algunos metales y alimentos, que seguirán presionando la inflación global al alza.

@1ahuerta