Si el presidente de México quiere dotar de flujo al AIFA pienso que el cabotaje aéreo no es tan buen camino, más bien yo creo que ese aeropuerto mejor podría decantarse en una primera etapa en captar a su mercado primario de proximidad, es decir a los municipios aledaños del Estado de México e Hidalgo y ya con esos usuarios en la bolsa ahora sí apuntar a ser el aeropuerto de la Ciudad de México.
Máxime que a un año de su inauguración el AIFA aún no cuenta con todo lo que se ha prometido para el arribo óptimo de pasajeros, un ejemplo el ramal de 24 kilómetros y sus estaciones intermedias del Tren Suburbano que partirá desde la estación Lechería hasta el Felipe Angeles misma que aún no está lista, aunque se calcula entrará en operación a finales del 2023.
Un buen estudio del mercado de proximidad en la poblaciones aledañas, una alianza sin precedentes con las aerolíneas para lanzar promociones irresistibles y un ajuste en los impuestos integrados a los boletos de avión, así como facilidades gubernamentales para la aerolíneas podría ser la llave que haga funcionar al AIFA inmediatamente y así aprovechar aquel mercado de unos seis millones de habitantes que circundan al Felipe Ángeles.
Pero ¿Por qué el presidente AMLO no escucha a los expertos de la aerolíneas? ¿Por qué sigue con el dedo en el renglón acerca de permitir el cabotaje y lacerar a la frágil industria aeronáutica mexicana? ¿Por qué razón la mayoría de los países en el mundo no permiten el cabotaje? ¿Por qué parece que el presidente está en contra de la industria de la aviación nacional?
José Humberto Gual Ángeles, el secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), ha venido diciendo, casi casi implorando que se tome en cuenta la opinión y la experiencia del gremio aeronáutico, que tienen mucho que aportar para que no se cometa un error garrafal con esta nueva política de estado, incluso ha dicho que él está dispuesto a asistir a “la mañanera” de ser necesario para explicarle al presidente las razones por las cuales no es correcto permitir el cabotaje aéreo en México.
Se le ha visto muy activo, el capitán ha venido librando una ardua batalla mediática, declarando en muchos medios lo que para su gremio significa una grave amenaza para la salud aérea del país y con la amenaza de pérdida de empleos.
Dentro del foro sobre el tema de la aviación civil que organizó la Cámara de Diputados, el líder sindical de los pilotos negó que las reformas propuestas por López Obrador vayan a reducir las tarifas aéreas, además refutó los dichos del presidente, rechazó que las aerolíneas mexicanas lleven a cabo una campaña contra el cabotaje o que no quieran competir con las aerolíneas extranjeras como afirma el presidente López Obrador.
“Esta nueva ley atenta contra la soberanía nacional, contra las fuentes de empleo, pero independientemente de eso no nos va a resultar, él ha dicho que busca con esta nueva ley que los boletos de avión sean más económicos y más accesibles a la población, por los menos beneficiados somos los mexicanos, es 1.5 millones de trabajadores directos en la aviación” dijo el dirigente.
Humberto Gual concluye que el único argumento del presidente es el de querer detonar las operaciones hacía el AIFA, lo cual según la óptica del líder sindical sería una gran equivocación que ni el mismo gobierno ha entendido.
Es por esto por lo que no es mala idea que el capital Gual o los directivos de las aerolíneas y sindicados de aviadores se apersonen y le expliquen al señor presidente sus razones por las que están en contra de ese cabotaje, sí que vayan a “la mañanera” o algún otro foro, pero urge que se hagan escuchar fuerte, ellos los expertos, sobre todo para que no se les tilde de no querer competir con los gigantes de la aviación mundial.
LEG