Los metadatos ya forman el neogobierno global. Se sabe que en el país Prisma los legisladores tienen apellidos variopintos, como Google, Yahoo!, Apple, Microsoft, entre otros. Son los nombres de moda, como les ocurrió a los protagonistas del país de la Telenovela cuando sus nombres mimetizaron a las actas de nacimiento. “Hola, mi nombre es Verónica, soy rica y también lloro”.
Los nuevos legisladores con nombres de moda se encargan de seducir a la ciudadanía de nacionalidad Informativa para que les otorgue datos. Mientras más datos recauden más leyes expiden. Entre los miles de millones de verbos y adjetivos que recaudan en el país Prisma se puede formar un ranking especial cuyo mainstream lo conforman citas entre amantes, diálogos banales, rupturas matrimoniales y amenazas de muerte: las palabras que reciben el mayor número de menciones son: sexo, muerte, odio, cita, hotel, cuernos, comida, futbol.
Uno de los brazos inteligentes del senador SIPRNET, alias Secret Internet Protocol Router, logra cubrir la totalidad de legaciones de Prisma. Una conversación recabada señala a un tal juez Garzón como “enamorado de la propaganda (…), es una figura controvertida cuya ambición y afán de notoriedad no tiene rival (…) no nos hacemos ilusiones con el tipo que estamos tratando”.
Prisma cree que el mejor modelo económico es el de David Ricardo, por lo que sus alianzas con la nación XKeyscore son fundamentales para la recopilación de datos. Prisma intercambia productos lúdicos a cambio de oficinas bien amuebladas y con archivos de primer nivel: quién, cuándo y dónde ingresa el ciudadano para depositar sus datos. Entre los archivos hallados en el año 3032 aparecieron unos nombres atípicos, supuestamente de naciones, consideradas las vacunadas en contra de los tratados de vehiculación de información entre Prisma y XKeyscore: Canadá, Rusia, Australia y Nueva Zelanda.
El origen de los metadatos, dicen, se remonta a la época del Patriot Act, meta Constitución Global encargada de registrar datos genotípicos como color de piel, bolsos Louis Vuitton, certificados de antecedentes escolares, comportamiento de niños durante recreos lo mismo en guarderías que en preparatorias, filiaciones deportivas, fobias futboleras y gustos musicales.
En la sección Forza Italia se encontraron vestigios de datos sobre un político a quien le gustaban las fiestas, reclutaba edecanes para convertirlas en diputadas y en los informes aseguran que la nación del político tenía una clase política “ineficiente” como el personaje de las fiestas.
Datos es el nombre del planeta sin fronteras. BackgroundChecks.org (institución sanitaria encargada de evaluar la vulnerabilidad a la no información, o si se prefiere, zona cerrada a las metaleyes que rigen en Prisma y XKeyscore) apunta que en Noruega, Islandia y República Checa, los call center encargados de recabar datos no podían hacer de las suyas. En esos países, sólo los ciudadanos sabían el nombre de la pasta de dientes que utilizaban. Al ir al súper a comprar jitomates y pan, podían confiar que el cajero simpático que les cobraba no emitía señales de alerta en el caso de encontrar rasgos numéricos o fenotípicos extraños, es decir, ajenos al proceso industrial determinado por la Patriot Act.
Uno de los ciudadanos más cultos del planeta Datos es Amazon. Su aportación a la cultura de la humanidad fue su algoritmo, cuya fórmula era millones de veces más secreta que la de la Coca Cola. Con un click los Informados compraban libros, discos, y todo material vendible perteneciente a la industria lúdica del ocio.
En fin, entre las últimas batallas perdidas por los parlamentos se encontró el europeo. Pidió explicaciones a Prisma a través de BackgroundChecks.org pero no logró su objetivo de dar un golpe al Patriot Act. Lo único seguro en el planeta Datos es que los hackers son los sobrevivientes. Gracias a ellos la vida en el planeta está asegurada.