Cuando todos pensaban que el tema de la Estafa Maestra y sus actores habían quedado atrás y en el olvido, la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (SABG), que encabeza Raquel Buenrostro, lo volvió a revivir y lanzó un emplazamiento para que Emilio Zebadúa, quien fungía como Oficial Mayor de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, cuando fue encabezada por Rosario Robles, se presente a comparecer, por un señalamiento de enriquecimiento inexplicable.
Y es que, en todo el entramado de presunta corrupción que se generó en la Sedatu, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, Zebadúa fue uno de los funcionarios que menos afectado resultó, pues a pesar de que se presumía su participación activa en el desvío de recursos públicos, no fue tocado ni con el pétalo de un citatorio para que se presentara ante las autoridades; sin embargo, todo parece indicar que su situación cambió y hoy se encuentra en la mira de la SABG.
A través de un edicto publicado en el Diario Oficial de la Federación, la Unidad de Combate a la Impunidad de esa dependencia notificó a Emilio Zebadúa, sobre una investigación iniciada en su contra, por ocultar en sus declaraciones patrimoniales de 2018, un incremento de sus bienes que no fue justificable, por lo que fue emplazado a comparecer en una audiencia inicial.
El texto publicado en el DOF aclara que “la presunta falta administrativa grave que se le atribuye, consiste en un presunto enriquecimiento oculto, toda vez que, en su carácter de servidor público, en la calidad referida, faltó a la veracidad en la presentación en sus declaraciones de situación patrimonial y de intereses en sus modalidades de modificación 2018 y conclusión 2018, respectivamente, con la finalidad de ocultar un incremento en su patrimonio que no fue justificable”.
Y aunque aún no se tiene fecha para la audiencia, nos dicen que Zebadúa deberá comparecer ante la Dirección General de Procedimientos y Resoluciones de la Unidad de Combate a la Impunidad.
Como reza el dicho: “Del plato a la boca se cae la sopa”, ahora Emilio Zebadúa, quien seguramente se sentía seguro de que su “participación” en la presunta red de corrupción en la Sedatu se había archivado, tendrá que comparecer ante la autoridad correspondiente, para aclarar cómo se dio el crecimiento de su patrimonio, cuando sus ingresos no daban para ello.
LAS CARTAS FUERTES PARA LA ELECCIÓN JUDICIAL
Uno de los nombres que destaca dentro de la ya cercana elección a ministras y ministros de la Suprema Corte (SCJN) es el de la candidata Jazmín Bonilla García, quien fue la única avalada por los tres comités de evaluación (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) además de que cuenta con más de 20 años de carrera judicial.
Dentro de las 33 mujeres en las candidaturas, Jazmín no tiene videos comerciales y mucho menos escándalos de ninguna naturaleza, lo que la hace aún más confiable.
Es la número 04 en la papeleta morada.
@JuanMDeAnda
