Pese a los esfuerzos del Gobierno mexicano de satisfacer las demandas de Donald Trump y pese a que el mandatario estadounidense reconoció la cooperación de nuestras autoridades, éste reiteró que, a partir de mañana, impondrá aranceles del 25% en promedio para todos los productos nacionales.
La presidenta Claudia Sheinbaum había expresado su confianza en que Trump no tomaría esa decisión, fundamentalmente por los resultados en el combate al tráfico de drogas y por la aceptación tácita del programa “Quédate en México’’.
Pero Trump quiere más.
No importa que su decisión termine por provocar una burbuja inflacionaria en su país, que haya encarecimiento de productos y probablemente desabasto, pues la decisión afectaría a sus dos principales socios comerciales.
Eso, sumado a la campaña de repatriación forzada, que dejará sin trabajadores a una gran parte del campo estadounidense, podrían ser los factores que los asesores de Trump esgrimieran en contra de los aranceles y su campaña antiinmigrante.
Si Trump entiende y hace caso a sus asesores, mañana no habría aranceles para México ni para Canadá.
Si no lo hace, porque sigue jugando para la tribuna que lo llevó al poder, habrá una guerra comercial que perjudicará a los tres países, de manera distinta, pero serán afectaciones indeseables.
Si el arancel es generalizado, todos los sectores de la industria nacional serán afectados.
Actualmente, los productos mexicanos tienen un arancel que va del 0.3% al 0.0%, lo que da cuenta del daño que causará una medida de ese calibre.
Los productos que más exporta el país, entre otros muchos, son vegetales frescos por un monto de 8 mil 477 millones de dólares, según la última cifra reportada.
Las exportaciones de cerveza equivalen a 5 mil 693 millones de dólares; las bebidas destiladas (tequila, mezcal, etcétera), suman 4 mil 815 millones de dólares, en tanto que las frutas frescas y berries suman 3 mil 698 millones de dólares.
Las exportaciones de aguacate suman 2 mil 724 millones de dólares, en tanto que los productos cárnicos suman mil 843 millones de dólares.
Son solo algunos ejemplos, pero también están las industrias del plástico, la del acero, la de la madera, la textil, la de vidrio y muchas más que podrían ser afectadas por el nuevo impuesto.
Trump busca adelantar la revisión del tratado comercial que deberá ocurrir el próximo año.
Ahora sí, a sacar los “detentes’’ del ropero.
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Si de suyo el panorama económico no se ve muy bien en el corto y mediano plazos, pues habrá que sumarle la incertidumbre que enfrenta el país derivado de las demandas que México tiene en varios paneles de arbitraje y que suman 13 mil 625 millones de dólares.
Esto de acuerdo a un estudio del Transnational Institute y del Institute for Policy Studies, publicado en septiembre de 2024, en el que se da cuenta que el actual régimen de protección de inversiones extranjeras de nuestro país es muy costoso, injusto e inequitativo.
En 2023, México fue el país con más demandas recibidas a nivel global bajo tratados de inversión. México ocupa el tercer lugar en América Latina y el cuarto a nivel mundial en número de demandas de arbitraje internacional, con un total de 55 casos hasta junio de 2024.
El estudio destaca que, desde 1997, el Estado mexicano ha sido condenado a pagar más de 341 millones de dólares a inversionistas en 14 casos.
¿Por qué el país ha perdido la mayoría de los juicios internacionales?
Entre otras causas, por los vicios y malas prácticas de nuestro sistema judicial, de acuerdo con el profesor de derecho del CIDE, Luis Jardón.
@adriantrejo