El Presidente engaña a la población al sugerir que “los ciudadanos’’ pueden realizar una consulta sobre ratificación -disfrazada de revocación- si el INE no cuenta con recursos para hacerlo.

Bien podría haber una consulta simulada, como la que se realizó para justificar la cancelación de la construcción del aeropuerto en Texcoco, pero no tendría ninguna legalidad.

Si lo que quiere el Presidente es medir cuánto apoyo sigue teniendo, bien podría mandar a levantar una encuesta a nivel nacional y el país se ahorraría tres mil 830 millones de pesos.

Ni siquiera es una propuesta que pueda o deba tomarse en serio.

Lo que necesita el Presidente es una consulta con todas las de la ley, aunque no participe el 40% del padrón electoral necesario para hacerla vinculatoria, porque lo que trata de demostrar es que sigue teniendo el apoyo mayoritario por si se ofrece para los próximos dos años.

Si no fuera así, no se explica tanta inquina en contra del INE y específicamente contra dos consejeros, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.

Tan necesita López Obrador una consulta legal que envió al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, a presentar una controversia constitucional en contra de la decisión del INE de postergar la consulta para revocación.

Según el diputado de Morena, la controversia se presentó “luego de un detallado análisis jurídico’’, se determinó que el INE invadió competencias de la Cámara de Diputados en sus facultades exclusivas en materia presupuestal y legislativas en materia de revocación de mandato’’.

La controversia asegura que el INE incumplió con el artículo cuarto transitorio de la Ley Federal de Revocación de Mandato en el que se establece que el Instituto tiene que garantizar la consulta de revocación “por lo que hará los ajustes presupuestales que fueren necesarios’’.

Ahora la Corte deberá, primero, aceptar el recurso y después emitir una resolución que marcará el camino en este tortuoso enfrentamiento entre el partido del Presidente y el organismo autónomo mejor calificado, junto con el Banco de México.

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Pero el INE no es el único órgano electoral con problemas de dinero.

El Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) sigue a la espera de que la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno capitalino le autorice una ampliación presupuestal para cumplir con la ministración a los partidos políticos correspondiente a los meses de noviembre y diciembre.

El IECM recibió un presupuesto, para este año, con un recorte del 28% a los recursos originalmente solicitados.

El dinero que recibió, mil 586 millones de pesos, le alcanzó solo para cubrir los gastos, incluidas participaciones, hasta el mes de agosto.

En septiembre recibió 100 millones de pesos de la Secretaría de Administración y Finanzas, que le alcanzaron para un bimestre y ahora requiere de casi 71 millones de pesos para completar el año.

Nada más que en el edificio donde despacha Claudia Sheinbaum han hecho oídos sordos a la petición a pesar de que los trabajadores de todos los partidos políticos de la CDMX tomaron las instalaciones del IECM debido a que no les han pagado, porque no han caído las prerrogativas.

Hasta parece campaña.

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Quién sabe si fueron amigos o enemigos pero ayer circuló fuerte la versión de que el senador José Ramón Enríquez Herrera será destapado hoy como candidato de Morena al Gobierno de Durango.

Puede ser que le estén haciendo un favor al oftalmólogo de profesión pero puede ser también que lo quieran quemar.

¡Ay ojón!

LEG