Si tiene tiempo, échele una revisada a las 8 leyes secundarias en materia energética que aprobaron ayer la mayoría morenista y sus rémoras en el Senado y va a encontrar un 80% de coincidencias con las reformas que planteó en su momento Enrique Peña Nieto.
El punto neurálgico de la reforma peñista fue la apertura a la iniciativa privada en el sector energético, Pemex y la CFE, con reglas claras y precisas que limitaban la participación de particulares.
En las iniciativas aprobadas con una prisa inusitada por los senadores del partido oficial, se permite la participación de la iniciativa privada en el sector, pero ahora se denomina “alianza estratégica’’.
Y aunque no parece lo mismo, es igual.
Con Peña se inventaron las subastas de los pozos o regiones en los que se estimaba había petróleo.
El trato era que los particulares que ganaban una subasta, explotaran los yacimientos encontrados y pagaran al gobierno con un porcentaje de la producción obtenida.
Pero llegó López Obrador y no solo suspendió las subastas sino que desconoció los procesos que ya estaban generando combustible.
En el caso de la generación eléctrica, López Obrador también terminó con los contratos para la aerogeneración (quizá porque Iberdrola era española y ya sabemos de su fobia a todo lo que huela al país peninsular, aunque después terminó comprando sus plantas en México) y determinó que los privados no podían vender sus excedentes de la CFE.
Morena, digámoslo así, suavizó su oposición a la participación de la iniciativa privada porque las leyes aprobadas ayer favorecen competitivamente a Pemex y la CFE, quizá como una medida urgente para llevar a las negociaciones comerciales con Trump, pues desde siempre se reconoció que las medidas adoptadas por López Obrador en materia energética eran violatorias del T-MEC.
Peña fue tildado de “vendepatrias’’ por quienes ayer, jubilosos, aprobaron lo mismo, pero más barato.
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¿Por qué razón la presidenta Claudia Sheinbaum no descalificó la rebelión de sus senadores que hicieron con su reforma contra la reelección y el nepotismo una caricatura?
La Presidenta dijo que “fue un acuerdo entre partidos’’ y que esperaba que los candidatos morenistas en el 2027 no heredaran cargos “porque se verían mal’’.
Sheinbaum tiene el poder de impedir que en San Lázaro se consume la burla o, en el último de los casos, vetar dicha reforma.
¿Lo hará?
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Seegene, empresa global especializada en el diagnóstico molecular, envió un comunicado a esta columna, en referencia a un comentario aparecido aquí la semana pasada.
La empresa de origen coreano asegura que opera con “estricto apego a las leyes y regulaciones locales, garantizando un desempeño ético y transparente. Su modelo de cumplimiento asegura la integridad de sus procesos con operaciones auditables y verificables’’.
Seegene asegura que, contrario a la queja aquí publicada, “mantiene su compromiso con la transparencia, la integridad y el rigor científico’’ y manifestó su disposición a colaborar con medios de comunicación y autoridades “con el objetivo de esclarecer cualquier inquietud y garantizar que la información sobre nuestra labor sea precisa y objetiva’’.
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La diputada panista, Lizzette Salgado, acusó un subejercicio de más de 27 millones de pesos al cierre del 2024 en la alcaldía Álvaro Obregón, producto de la decisión del alcalde Javier López Casarín de cancelar el programa Contigo Vecina. Esta cancelación dejó sin apoyo a 6,000 jefas de familia en situación vulnerable, dijo. La legisladora denunció también que existen dos contratos por adjudicación directa que el morenista tiene que explicar a detalle y que suman, nada más, 56 millones de pesos.
@adriantrejo
