Dicen que cuando se quiere se puede y para ejemplo está el caso de la detención de 11 sujetos que presuntamente participaron en el atentado en contra del periodista Ciro Gómez Leyva.

Es cierto que se tomaron su tiempo -el atentado fue el 15 de diciembre-, pero ayer el secretario de Protección y Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presentaron los avances de la primera parte de la investigación.

Según la información proporcionada, se trata de un grupo de sicarios y narcomenudistas que operan en la CDMX y el Estado de México y, aunque se les encontró ropa con las siglas del CJNG, García Harfuch desestimó que pertenecieran a este cártel.

La detención de los 11 presuntos implicados echa por los suelos la narrativa que se quiso imponer en las redes de un “autoatentado’’ o de un atentado para perjudicar a la administración lopezobradorista, como el propio Presidente sugirió en una mañanera.

Ahora lo que las autoridades deberán investigar es quién y por qué decidieron atentar contra el periodista.

Se detuvo a los autores materiales pero falta el intelectual y el móvil, sin el cual el caso perderá credibilidad.

La captura de estos sujetos tiene, indirectamente, una gran carga política.

Coloca a García Harfuch como el más eficiente de los funcionarios de la administración capitalina pues los casos relevantes los ha resuelto con prestancia -con la cooperación de la Fiscalía General de la CDMX, desde luego-.

Y pese a ello, ni López Obrador ni la propia Sheinbaum lo incluyen entre los posibles candidatos de Morena para competir por la jefatura de Gobierno en el 2024.

Aunque falta un año y medio para las elecciones, los resultados del jefe de la Policía de la capital lo ponen entre los primeros lugares, pero el “pecado’’ de haber trabajado en la administración de Genaro García Luna, cuando fue secretario de Seguridad Pública, no lo hace confiable a los ojos del gran elector que vive en Palacio Nacional.

Como quiera que sea y más allá de esas consideraciones políticas, qué bueno que se avanza en las investigaciones del atentado contra Ciro Gómez y qué pena que no sea así en todos los casos.

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Entre sus muchas giras por el país la jefa de Gobierno de la CDMX debería pasar a hacerse una limpia porque los problemas le surgen como hongos.

Ayer fue, oooootra vez, el Metro.

Las llantas de un vagón comenzaron a incendiarse en la estación La Raza.

Lo grave del asunto, además de las constantes fallas, es que Morena quiere imponer la narrativa de atentados cuando una revisión histórica de las fallas del Sistema de Transporte Colectivo demuestra que se trata de falta de mantenimiento.

Si López Obrador reconoció que sus “programas sociales’’ son en realidad una estrategia política para hacerse de seguidores, ¿qué le cuesta a Sheinbaum reconocer que no hay dinero para refaccionar a todo el sistema?

Hasta simpatías -y chance hasta una coperacha- ganaría.

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La única ventana que tiene la ministra Yasmín Esquivel para defender su honor y prestigio es que la Dirección General de Profesiones de la SEP, a la que fue turnado el tema del plagio de tesis, le permita un juicio al que no tuvo derecho en la FES Aragón.

La UNAM precisó que no tiene facultades “para retirar, cancelar o revocar títulos’’, por lo que el tema fue enviado a la SEP qué no podría revocarle el documento pero sí la cédula profesional, que es la patente para desempeñar una profesión.

A ver.

LEG