La prisión preventiva oficiosa se mantendrá, con algunos matices, luego de que cuatro de los 11 ministros del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronunciaron en contra de inhabilitar el artículo 19 de la Constitución.
Sin embargo, en el fondo los ministros reconocen que tal ordenamiento atenta contra los derechos humanos consagrados en la misma Constitución, pero reconocieron que no son ellos, es decir, el Poder Judicial, el responsable de enmendar el error.
En síntesis, el artículo en cuestión que amplía el catálogo de delitos sujetos a prisión preventiva viola los derechos humanos y los tratados internacionales que México ha firmado, pero la Corte no puede inhabilitar dicho ordenamiento constitucional porque estaría invadiendo las facultades del Poder Legislativo.
Y pues, ¿qué necesidad, verdad?
El ministro Juan Luis González Alcántara propuso una salida alterna, que no arriesga a la Corte en incurrir en usurpación de funciones y pone un freno medio forzado a la aplicación de la prisión preventiva oficiosa.
González Alcántara propuso que la prisión preventiva oficiosa no sea considerada como “prisión automática’’, por lo que los jueces, si el resto de los ministros de la Corte hacen suya la propuesta, deberán estudiar de oficio cada caso para saber si imponen o no la prisión preventiva sin que se lo pida el Ministerio Público.
Si ese fuera el caso, cada juez deberá estudiar las circunstancias particulares para determinar si aplica o no esa medida cautelar.
Es decir, que se aplicaría de acuerdo con las circunstancias de cada caso y no de manera automática como se hace en la actualidad.
El debate continuará hoy, pero, a menos que uno de los cuatro ministros que fijaron su posición ayer cambiara milagrosamente de opinión, la prisión preventiva oficiosa se mantendrá, con matices, pero no será eliminada como era la propuesta original.
Algo es algo, dirán en Palacio Nacional.
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Ayer se terminó oficialmente el reinado que mantuvo el PRI en el estado de Hidalgo.
El morenista Julio Menchaca juró como gobernador, el primero que llega al cargo bajo una bandera distinta a la del tricolor.
Menchaca fue procurador de Justicia del estado; su formación es priista pero desde el 2018 renunció al otrora partidazo para competir por una senaduría por Morena.
El triunfo lo puso en la antesala de la gubernatura que ganó no solo por el empuje que recibió desde Palacio Nacional sino por la división que provocó el exgobernador Omar Fayad entre los propios tricolores.
¿Será que Fayad ya tiene su embajada o de perdida un consulado?
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Por cierto, a la toma de posesión de Menchaca acudieron las tres corcholatas presidenciales y el candidato rebelde: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal.
En el aplausómetro, la jefa de Gobierno le ganó a Ebrard, que fue el segundo más aplaudido.
Después del evento las tres corcholatas, sin Monreal, acudieron a Palacio Nacional a una reunión con el Presidente y algunos miembros de su gabinete.
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Cinco millones de metros cúbicos de piedra y tierra deberán sacar los cuerpos de rescate del tajo que se hará a la mina de Pinabete, para rescatar los restos de los 10 mineros que quedaron atrapados desde hace un mes.
Es tal la cantidad de material que deberá quitarse, que el Gobierno espera que los dueños de los terrenos aledaños a la mina “les den permiso’’ de tirar en ellos por lo menos la mitad de ese material que serviría para construir dos estadios como el Azteca.
La mejor de las suertes.
LEG