Como diría el clásico, una cosa es una cosa y otra, pues otra, pero en el tema de la agenda política, que va desde las acusaciones de presuntas relaciones entre el narco y algunos políticos vigentes a la reforma electoral, los caminos inevitablemente se cruzarán.

 

Ayer, como anticipamos en este espacio, la oposición en la Comisión Permanente intentó, de todas formas, que se debatiera el caso de Adán Augusto López Hernández y sus presuntos vínculos con un grupo de la delincuencia organizada en Tabasco.

 

Pero nuevamente se toparon con pared pues, como ya ha sido costumbre, Gerardo Fernández Noroña manejó a su antojo el orden del día de la agenda parlamentaria, lo que no impidió que los panistas, en voz de Ricardo Anaya, Federico Döring y Lilly Téllez, y el PRI, representado por su dirigente Alejandro Moreno, se le fueran a la yugular al coordinador de los senadores de Morena.

 

López Hernández utilizó la tribuna para defenderse y declaró que no tiene miedo de comparecer ante las autoridades si es requerido por el caso del exjefe policiaco de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, líder de La Barredora.

 

Dijo que no sabía nada de los antecedentes del exfuncionario hoy prófugo, lo que contradice sus muchas declaraciones en torno a la responsabilidad de Felipe Calderón en el caso de Genaro García Luna.

 

Lilly Téllez propuso un punto de acuerdo para que Adán Augusto López dejara la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Senado, petición que fue respaldada por Alejando Moreno.

 

El priista aseguró que no lo intimidará el juicio político que Morena le reactivó a petición de la fiscalía de justicia de Campeche.

 

“Yo ya elegí mi destino político’’, respondió a los adjetivos de los morenistas, incluidos los de Adán Augusto.

 

Al sumarse a la demanda al exgobernador de Tabasco para que se separe del Senado, el Presidente Nacional del PRI aclaró: “Yo no estoy acusado de violentar la paz ni de atentar contra la armonía del pueblo de México”.

 

“Si nos midieran con la misma vara, a ti y a mí, por todo lo que me han inventado, tú ya estarías en la cárcel”, reviró el priista al tabasqueño.

 

El recuento viene al caso porque, en la víspera de una iniciativa de reforma electoral, para la cual la Presidenta creó una Comisión en la que están sus puros cuates, se ve imposible que la oposición pueda participar o ser tomada en cuenta en la discusión.

 

No hay forma en este momento, ninguna, de que PAN o PRI participen de las mesas de trabajo que redactarán el documento, como tampoco hay forma de que el presidente de dicha Comisión, Pablo Gómez Álvarez, invite, como sería lógico, a los expertos en materia electoral como José Woldenberg o Lorenzo Córdova.

 

Los ánimos están tan caldeados que Gómez y compañía tendrán los argumentos que necesitan para endurecer las leyes electorales en favor de la continuidad de su partido y en contra de la oposición, en cualquiera de sus formas.

 

Dicen que Manuel Bartlett ya calienta el brazo.

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Por cierto, Lorenzo Córdova ganó a Morena el litigio por el cual buscó evitar que su nombre apareciera en los libros de texto de sexto año de primaria como ejemplo de discriminador.

 

Así que los ideólogos encabezados por Marx Arriaga deberán eliminar de esos libros toda referencia al expresidente del INE, lo que obligará a la reedición de millones de esos libros.

 

No había necesidad de que eso ocurriera, pero cuando se decide desde el hígado y no desde el cerebro, pasan esas cosas.

 

    @adriantrejo

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