De a poco se van desgranando la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para el próximo año, lo que nos permitirá ver, sin filtros, cuáles son las prioridades de la actual administración.
Una de ellas es la consolidación del controvertido Tren Maya, que devorará 92% del presupuesto destinado a la promoción turística el próximo año, lo que representará un aumento de 118% del presupuesto destinado a terminar una de las obras emblemáticas de este Gobierno.
Si el presupuesto se aprobara como está presentado, el resto de los destinos turísticos deberán de recurrir a fondos estatales y privados para hacerse promoción pues la oficial, que se financia con recursos federales, desaparecerá a pesar de que el turismo es el principal generador de divisas, junto con las remesas de los mexicanos en el extranjero.
El presupuesto contempla una reducción de 16,000 millones de pesos para el programa de vacunación, seguramente porque el doctor Hugo López-Gatell considera que ya no se necesitarán compras a granel porque la pandemia generada por el Covid-19 va de salida.
Puede que tenga razón el doctor y que ya no se necesiten vacunas para el Covid-19 (a menos que aparezca una nueva cepa), pero el país padece un déficit de vacunas para otros padecimientos como sarampión, polio, viruela; es decir, del cuadro básico de vacunas.
El esquema de vacunación en México y su logística siempre fueron ejemplos mundiales; entre la crisis provocada por el Covid-19 y las malas decisiones en materia administrativa, que terminaron por desmantelar los esquemas de compra y distribución, hoy se padece para conseguir el esquema básico de vacunación.
También hay una reducción, si se quiere marginal considerando los montos que se manejan en los presupuestos anuales, de 224 millones de pesos para proyectos en inversión de salud.
Como se comentó en este espacio el viernes pasado, el Gobierno prioriza sus programas sociales, sin importar que deba contratar deuda en un monto histórico.
Los proyectos de presupuesto siempre son optimistas, pues toman en cuenta los “techos’’ a futuro de variables como el tipo de cambio, el precio del barril del petróleo y la inflación esperada.
El presentado el jueves pasado cumplió a cabalidad con el optimismo, a veces desbordado, de los gobiernos en turno, pese a todas las señales de advertencia sobre los riesgos económicos en 2023.
Corresponderá a los diputados aprobar un presupuesto realista, que proteja la economía de los riesgos futuros, o alentar la fantasía de que “no pasa nada’’.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador se reunirá hoy con el secretario de Estado del Gobierno estadounidense, Antony Blinken, quien, oficialmente, vendrá a tratar temas de migración y otros.
De antemano se sabe que el funcionario de EUA vendrá a tratar con López Obrador los temas que preocupan a los inversionistas de su país en el marco del Tratado de Libre Comercio.
Como recordará, los Estados Unidos presentaron una queja en el marco del T-MEC, en contra de la política energética del país, al que acusan de privilegiar el monopolio estatal en detrimento de las inversiones privadas.
No se ha integrado aún un panel para tratar la queja de Estados Unidos, a la que se sumó Canadá, pero mucho dependerá de la conversación que sostengan mañana López Obrador y Blinken para determinar si se llega a la integración del panel.
Será también la oportunidad de ver al canciller Marcelo Ebrard en un territorio que parece ser el suyo.
Si lo dejan.
LEG