La presidenta Claudia Sheinbaum presentó una iniciativa de reforma constitucional para terminar con el “nepotismo electoral’’ y la reelección, herencia maldita que recibió de Andrés Manuel López Obrador.

 

Impensable desligar la iniciativa de los compromisos que tuvo que asumir la hoy Presidenta para acceder, primero a la candidatura y después a la primera magistratura del país.

 

Sheinbaum tuvo que aceptar los compromisos políticos de López Obrador, tanto en el gabinete como en el Congreso.

 

El 50% del gabinete presidencial trabajó con López Obrador y se calcula que por lo menos el 60% de los diputados y senadores fueron palomeados por el expresidente.

 

Con la iniciativa en contra de la reelección, Sheinbaum pretende cortar, de tajo, con esas herencias, algunas verdaderamente malditas, que le han impedido avanzar en su estrategia de seguridad a nivel estatal y municipal.

 

En su exposición de motivos, la Presidente justifica la intención de acabar con la reelección de diputados federales y locales, senadores, presidentes municipales, regidores, síndicos, alcaldes y concejales.

 

“La reelección consecutiva distorsionó el principio de representación política pues permitió que ciertas élites se perpetúen en el poder y mantengan el control de los cargos públicos estratégicos para avanzar sus propios intereses’’, explica.

 

Evidentemente no ha sido la oposición la que se ha aprovechado de esta posibilidad constitucional, sino Morena, mayoritariamente.

 

Las principales figuras de Morena en el Congreso han repetido ya como senadores o como diputados, o simplemente han brincado de una Cámara a otra, aunque esto no está prohibido.

 

En el caso del “nepotismo constitucional’’, la iniciativa precisa que no podrán ser candidatos a puestos de elección popular quienes, a tres años de las elecciones correspondientes, hayan tenido un “vínculo de matrimonio o concubinato o relación de pareja o de parentesco por consanguinidad o civil en línea recta colateral hasta el cuarto grado o de afinidad hasta el segundo grado con la persona que ocupa el cargo por el que participarán’’.

 

Esto deja fuera de la jugada a la familia Monreal, en especial al senador Saúl Monreal, quien ha venido trabajando su candidatura pero que, si la iniciativa se aprueba en sus términos, tendrá que esperar un sexenio, a partir del 2027, para competir por la gubernatura de Zacatecas, que hoy detenta su hermano David.

 

También deja fuera del camino a Félix Salgado Macedonio, en eterna campaña para suceder a su hija Evelyn en la gubernatura de Guerrero.

 

Igualmente, perjudica los planes del potosino Ricardo Gallardo Cardona, que ha gastado una fortuna en la promoción de su esposa, Ruth González, como su eventual sucesora.

 

Eso sin contar las decenas de campañas en presidencias municipales y diputaciones en las que el poder se ha trasmitido por generaciones entre una sola familia.

 

Sheinbaum dirá que no, pero en los hechos, es la primera gran sacudida de la herencia maldita que le dejó López Obrador.

 

Falta, por supuesto, que se apruebe.

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Es insólito el hecho de que, a partir de hoy, el Hospital General de Ensenada, Baja California, suspenda el servicio de consulta externa y el traslado de pacientes en ambulancia por la falta de recursos y suministros.

 

El director general del hospital en cuestión, envió un oficio al coordinador del programa IMSS-Bienestar de Baja California, Miguel Bernardo Romero Flores, en la que explica que el servicio de consulta externa se dejará de prestar debido a las agresiones que sufre el personal por parte de los derechohabientes cuando se les niega el servicio, cuando se les surten parcialmente sus recetas o cuando no se les puede surtir.

 

¡Qué lejos se ve Dinamarca!

 

    @adriantrejo

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