Pues no fue el fiestón que se esperaba; ni pastelito hubo.
Ayer que se conmemoró el Día Mundial contra la Corrupción, para el Gobierno de la 4T pasó de noche.
Extraño caso si consideramos que el combate a la corrupción ha sido la bandera insignia del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y bajo la cual se cobijan cientos de cuestionables decisiones.
Se entiende, sin embargo, que el Presidente se haya guardado comentarios -raro en él porque ya ven que su pecho no es bodega- cuando perviven los escándalos de sus hermanos Pío y Martín –“Martinazo’’ pa los cuates- grabados recibiendo efectivo de origen y destino desconocidos.
El escándalo de la prima incómoda, Felipa Obrador Olán, favorecida por contratos millonarios con Pemex o la cuñada Concepción Falcón, señalada de haber participado en un probable desfalco en contra del municipio de Macuspana por 233 millones de pesos.
Este último caso provocó que el Congreso del estado de Tabasco desapareciera el Gobierno municipal en tanto se concluía la investigación.
Gobernaba el estado el ahora secretario de Gobernación, Adán Augusto López; nada se sabe de la conclusión de las investigaciones, si es que realmente las hubo.
Con 80% de los contratos de obra y compras asignados de manera directa y con la reserva de información sobre las obras bandera de la actual administración, imposible hablar de transparencia, requisito indispensable para el combate a la corrupción.
No hubo ayer pañuelito blanco ni festejo porque arriba, en el olimpo presidencial, ya se acabó la corrupción.
A lo mejor sí, solo habría que preguntar el por qué entonces el Gobierno impone tantas trabas para conocer cómo se gasta el dinero público.
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Si usted ha ido al supermercado o al mercado de su colonia se dará cuenta del aumento generalizado de precios.
La inflación registrada en noviembre pasado es la peor que el país ha enfrentado en los últimos 21 años.
De acuerdo con el Inegi, el Índice Nacional de Precios al Consumidor aumentó 1.14% en noviembre, para situarse en 7.73% anual.
Más del doble de la registrada en el mismo mes del año pasado, cuando la inflación fue de 3.33%.
En cuanto al Índice Nacional de Precios al Productor, la inflación fue de 9.90%; para los bienes intermedios la inflación fue de 13.95% y para los bienes finales fue de 8.35%.
La numerología anterior, dada a conocer por el Inegi, anticipa meses con alta turbulencia económica.
Los precios de los productos de la canasta básica han aumentado tanto que incluso podrían anular en semanas el aumento de 22% al salario mínimo.
Si la inflación no se controla, comenzaremos una carrera entre salarios y precios como ya vimos en el sexenio de López Portillo.
Esperen, creo que México está viviendo un Déjà Vu.
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Fieles a la tradición culinaria nacional, los tres partidos políticos que perdieron oficialmente su registro ayer conformaron una fuerza “campechana’’.
Si, como los tacos a los que le ponen suadero, longaniza, bistec y si alcanza, queso.
Oficialmente el combinado campechano se llama Fuerza Solidaria Progresista y la conforman los restos de Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas y Encuentro Solidario.
La intención, según los dirigentes, es impulsar una reforma electoral para que los requisitos para formar un nuevo partido sean menos rígidos -ajá- como medida para acercar a los ciudadanos a la lucha democrática.
Quién sabe hasta dónde se pueda estirar la liga en esta mezcolanza ideológica.
LEG