Aunque todas las miradas están sobre los candidatos a la Presidencia, en 2024, la joya de la corona será la capital de la República, en donde la oposición tiene reales posibilidades de arrebatarle el poder a Morena.
El partido del Presidente comenzó a mover sus corcholatas para la Jefatura de Gobierno de la CDMX a la par que sus consentidos a la Presidencia.
El mismo jefe del Ejecutivo se encargó de designar a sus corcholatas: la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Rosa Isela Rodríguez, la delegada en Iztapalapa, Clara Brugada, el secretario de Gobierno de la capital, Martí Batres, entre los más publicitados.
Si la elección del candidato dependiera de Claudia Sheinbaum, no cabe duda de que la elegida sería Rosa Isela Rodríguez, quien fue, al principio de su administración, la secretaria de Gobierno desde donde construyó una relación de respeto con los alcaldes y diputados de oposición.
Pero la decisión será de Andrés Manuel López Obrador, quien le tiene una confianza ciega a la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, leal a carta cabal.
Eso, sin embargo, no le garantiza la candidatura pues debe enfrentar tres situaciones que salen de su control: el crecimiento de la imagen pública de Omar García Harfuch, los resultados como titular de la dependencia más cuestionada por el clima de inseguridad que priva en el país, aunque no sean enteramente su responsabilidad y la determinación legal sobre la equidad de género en el reparto de candidaturas para 2024.
La oposición tiene ante sí, sí logran ponerse de acuerdo, la posibilidad de concretar el revés que en la elección de 2021 le propinaron a Morena al arrebatarle la mayoría de las alcaldías de la capital.
En el PAN van derecho el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada y el coordinador de los diputados federales, Jorge Romero, más Xóchitl Gálvez, Lía Limón y Kenia López.
Son lo más visibles, porque ni en el PRI ni en el PRD parecen tener aspirantes que pudieran dar la batalla.
En el PRI, la cabeza más visible es el exdelegado de Cuajimalpa Adrián Ruvalcaba, pero cargado de expedientes negros que, en cuanto saque la cabeza para reclamar su derecho a competir, le caerán a palos.
Del otro lado de la moneda está el diputado Xavier González Zirión, quien de a poco ha comenzado a moverse entre las bases tricolores.
A diferencia de Ruvalcaba, González Zirión no trae muertos en el armario y calladamente ha logrado crear una red de operadores en todo el territorio capitalino que le envidiaría cualquier partido.
El legislador comenzará a ser más visible en medios, aprovechando sus conocimientos y, sobre todo, que el PRI capitalino requiere de figuras frescas que atraigan el voto popular.
Veremos.
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La oposición en el Congreso, con excepción del PAN y el Movimiento Ciudadano, aprobaron extender la participación de militares en tareas de seguridad pública hasta marzo de 2028 porque, dijeron, habían establecido “candados’’ para que las Fuerzas Armadas rindan cuentas.
Para ello ordenaron la creación de una comisión bicameral a la cual los secretarios de Marina y Defensa, así como el responsable de la Guardia Nacional, comparezcan obligatoriamente informar sobre su actuación.
El sábado el general secretario de la Defensa Luis Cresencio Sandoval canceló la comparecencia a la que había sido citado en San Lázaro para explicar a los diputados el tema del hackeo a los servidores militares.
Si el secretario de la Defensa puede imponer condiciones a los diputados, ¿qué podría ocurrir para que realmente fuera llamado a cuentas en los próximos meses, como pretenden que ocurra con su comisión de papel?
LEG