Un testigo narra cómo estuvo el desvanecimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador en la base aérea militar de Mérida
 

Aquí le podrían llamar coincidencia.

 

Así salvarían el discurso oficial de la soberanía, la autodeterminación y todas esas invocaciones para negar influencias externas.

 

Pero hay un hecho: Estados Unidos lleva muy avanzadas las investigaciones sobre el llamado huachicol fiscal, ese robo de hidrocarburos del otro lado y traído y comercializado con una perversa trama.

 

Maraña en la cual hay, lo sabemos ahora, funcionarios de la Secretaría de Marina, hombres de negocios, distribuidores, aduaneros y un sinfín de operadores de distintos niveles y ubicaciones.

 

¿Por qué se interesa Estados Unidos, si allá se venden millones de litros, gana dinero, los embarcan, se traen con violaciones de ley y se comercializa de este lado?

 

Porque están inmersos muchos de sus empresarios y firmas prestigiadas en esa gran operación tan lucrativa desde cuando Andrés Manuel López Obrador presumía haber terminado con el huachicol.

 

Ahora queda descubierta esa falsedad con datos adicionales: si antes el robo era en ductos nacionales, ahora se multiplica con operaciones internacionales al amparo público.

 

¿EU YA NO SERÁ REFUGIO?

 

Del otro lado, es una oportunidad.

 

Si va a haber colaboración fina en seguridad fronteriza -narcotráfico, migración, comercio, contrabando, lavado de dinero-, es la mejor manera de avanzar en la cooperación mutua.

 

Así se sancionarían a inculpados de aquí y de allá sin darles posibilidad de huir y protegerse -sea en fuga o vía asilo- con operativos conjuntos en muchos sentidos.

 

Es decir, Estados Unidos ya no sería refugio de delincuentes mexicanos.

 

Especiales resultados se tendrían en la persecución de bandas dedicadas al tráfico de estupefacientes y en especial el fentanilo, al cual el gobierno de Donald Trump persigue con especial esmero.

 

La semana pasada, durante la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, la presidenta Claudia Sheinbaum prometió acabar con la impunidad y ayer lo ratificó en su mensaje cotidiano.

 

-Tope donde tope -señaló.

 

Gran oportunidad porque las investigaciones de Estados Unidos no se ciñen a los diez millones de litros detenidos en Tampico, sino también a otras rutas del Océano Pacífico.

 

Y ahí hay puertos de Michoacán, Sinaloa, Sonora y Baja California, de los cuales no se ha dicho nada en la investigación anunciada por los secretarios Omar García Harfuch y Raymundo Morales, y el fiscal Alejandro Gertz Manero.

 

Washington sí tiene registro.

 

AVANCES MÉXICO-CANADÁ

 

También entre México y Canadá hay secretos.

 

Al día de hoy no está definida la fecha de la visita del primer ministro Mark Carney a la presidenta Claudia Sheinaum para hacer un frente en la renegociación del T-MEC ante Estados Unidos.

 

La fecha está abierta entre el 18 y el 24 de septiembre con la participación de secretarios de Estado del país anfitrión y la mayoría de ministros canadienses.

 

Habrá, además, representantes de mineros, de la banca y empresarios en general para encaminar acuerdos económicos de mayores dimensiones.

 

Al menos eso se dijo durante la visita del coordinador para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, quien estuvo en Toronto.

 

Junto con el embajador Carlos Joaquín encaminaron varias negociaciones entre los sectores privados para fortalecer el intercambio comercial, tanto dentro como fuera del tratado.

 

    @urenajose1

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